El historiador Jesús Caballero Ragel acaba de publicar en su blog un excelente trabajo sobre el cura loco Ventura Fernández, que escribió algunos artículos en la prensa local de Jerez diciendo que había descubierto Tartessos en la desembocadura del Guadalete, al pie de la sierra San Cristóbal: https://jerezenlahistoria.files.wordpress.com/2017/11/la-bc3basqueda-de-tartessos-en-siduec3b1a-por-el-cura-loco.pdf. Por nuestra parte habíamos publicado en este blog, en mayo de 2016, una breve entrada sobre el tema: http://memoriahistoricadejerez.blogspot.com.es/2016/05/el-cura-loco-que-penso-descubrir.html. El artículo de Caballero Ragel amplía mucho la información que yo di sobre el caso, de lo que me alegro, concluyendo con acierto:
"Por tanto, en la búsqueda enloquecida de Tartessos, Ventura F. López, sin quererlo, da una
versión lógica del enigma existente sobre los orígenes de Jerez. Y este habría que buscarlo,
siguiendo a este empecinado Schulten cántabro, en el pago de Sidueña, donde él creía que
estuvo Tartessos, heredera de la Atlántida, y después la Asidón fenicia, la Asido romana y la
Sidonia islámica. Y en fecha islámica que el padre Ventura no precisa – y que pudieron ser con
lógica los ataques normandos que sufrió la zona en el siglo VIII- el grueso de esta población se
trasladó a la actual Jerez, la Sarish Sadunia de clara fundación islámica.
En consecuencia, no hay que desdeñar las fantasiosas teorías del padre Ventura sobre
Tartessos en Sidueña, sino entresacar sus aportaciones a la historia de la zona de Jerez, a partir
de lo que él pudo ver y descubrir en esta zona en 1.923.
Ventura F. López fue un soñador de la historia. Siempre buscó ínfulas llenas de esplendor en
sus investigaciones históricas y arqueológicas, concluyendo en contradictorias teorías llenas de
fantasía y locura. Perdió la cabeza buscando la sabiduría, pero en sus trabajos se observa a
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veces un grado de lucidez, propia de los que enloquecen por acercarse con tanta intensidad a
descubrir la verdad entre la nebulosa del pasado".