Tribuna
libre de la Plataforma por la Memoria Democrática de Jerez
El pasado día 30 de enero, en el punto 13 del orden
del día, el pleno del Ayuntamiento de Jerez, a instancia de la plataforma por la Memoria Democrática de Jerez,
vio -aunque no debatió- una moción sobre la exigencia ciudadana de la retirada
inmediata del busto del político falangista José María Pemán Pemartín del
vestíbulo del Teatro Villamarta. La Plataforma había remitido el texto de la
moción a todos los grupos políticos con representación municipal por dos
razones. Una porque Pemán había dicho por la radio de Jerez, a los pocos días
del alzamiento militar del 18 de julio, palabras como estas: La idea de turno o juego político ha sido
sustituida para siempre por la idea de exterminio y expulsión,
única salida válida frente a un enemigo que está haciendo de España un
destrozo como jamás en la historia nos lo causó ninguna nación
extranjera. Y otra porque el Partido Popular de Jerez ha tenido la
tenebrosa ocurrencia de colocar ese busto-homenaje a José María Pemán
justo el pasado día 6 de diciembre, Día de la Constitución.
Como hecho destacable recordemos que Pemán fue
presidente de la Comisión de Cultura y Enseñanza después del alzamiento
militar. Esta comisión depuró el Magisterio como responsable de la, al parecer
de ellos, enfermedad mental de la sociedad española. Entre los asesinados,
separados definitivamente de la enseñanza, suspendidos de empleo y sueldo
o trasladados de sus localidades, se contaron más de 15.000 maestros. Junto a ellos, un tercio de los catedráticos de
universidad fueron también represaliados.
De la mujer escribió Pemán en la revista Ellas: Dios
hace las cosas bien y con orden. ¿Para qué iba a construir con excesivo
mecanismo intelectual el alma de un ser destinado, por esencia, a las bellas
sinrazones del cariño?. Cuando Dios quiso sancionar el pecado original,
impuso a la mujer un doble castigo: el del dolor de la maternidad y la sujeción
al varón, que la dominará.
La Plataforma por la Memoria Democrática de Jerez
considera este homenaje a Pemán, justo en el Día de la Constitución, como un atentado contra la democracia y una
ofensa expresa a las víctimas de la represión franquista que tuvo lugar en
1936 y 1937, con un saldo documentado de 400 personas asesinadas en
nuestra ciudad. Al día siguiente del pleno ninguno de los dos periódicos de
mayor tirada en la localidad recogían ni una línea, ni una palabra, al
respecto.
En el texto de la moción que redactó la plataforma por
la Memoria Democrática de Jerez y en la conferencia que el historiador José
Luis Gutiérrez Molina y el escritor José Ruiz Mata dieron en el Ateneo de Jerez
el día 28 de enero, se puede comprobar cual fue el alto grado de implicación de
Pemán con el militarismo de tintes claramente fascistas que abatió por las
armas el orden democrático que nació de las urnas un 14 de abril de 1931.
Homenajear a las personas que participaron en ese levantamiento militar de
manera consciente y que, además, fueron encendidos propagandistas de la postura
ideológica y política del franquismo es, sencillamente, de una irresponsabilidad ética, política y cultural
muy grave. Lo que ha hecho el Partido Popular al colocar el busto de
Pemán en el vestíbulo del Villamarta es muy ofensivo para la dignidad de las
víctimas y de sus descendientes y muy antidemocrático.
En el mencionado pleno el Partido Popular solo dijo
que aplazaba el caso para el siguiente, donde mediaría un informe jurídico;
informe cuyo resultado probablemente coincidirá con el del deseo del gobierno
municipal. Porque el Partido Popular de
Jerez no quiere mirar los datos históricos, ni las cifras de asesinados
en Jerez, ni las amenazadoras palabras pronunciadas por Pemán, ni la Ley de
Memoria Histórica, ni el anteproyecto -ya aprobado- de Ley de Memoria
Democrática de Andalucía, ni el sentir de la ciudadanía, ni favorecer la
convivencia democrática de la que tanto ha alardeado. El Partido Popular
solamente quiere conocer si existe alguna triquiñuela técnico-jurídica para
aferrarse al busto de Pemán, solamente quiere saber si está obligado legalmente
a quitarlo. Si José María Pemán fue un promotor de la violencia militar contra
la República y el pueblo, no le interesa, no le parece relevante.
El artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica (Ley
52/2007, de 26 de diciembre; BOE 27/12/2014) dice: Las Administraciones
públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas
para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones
conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar,
de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Aplíquese.