jueves, 25 de agosto de 2022

El obispo jerezano Fray Domingo Canubio (1804-1864)

(Facebook del Archivo Municipal de Jerez)


EL OBISPO JEREZANO FRAY DOMINGO CANUBIO (1804-1864).-


      Texto de Diego Ignacio Parada y Barreto: "Hombres ilustres de la ciudad de Jerez de la Frontera" (Jerez: Imp. del Guadalete, 1878, págs. 96-99):


      “El Excmo. Sr. D. Fr. Domingo Canubio y Alberto, actual obispo de Segorve, nació en 18 de octubre de 1804, y fue bautizado en la iglesia parroquial de San Miguel de Jerez. Sus padres D. José Canubio y doña Cecilia Alberto, fueron pertenecientes al comercio de la población y dejaron un nombre lleno de cariño y de respeto, por su honradez y su religiosidad.


      Fue educado el Excmo. Canubio en su misma patria, con todo interés y esmero, y en ella estadio las primeras letras, el idioma latino y la filosofía, dando en todo muestras de las más felices disposiciones. Sus bondadosas cualidades de carácter, su esmerada aplicación en el estudio y su superior inteligencia para todo, lo distinguieron entre toda la juventud jerezana de su época, y la población entera formó al punto sobre sus sobresalientes dotes, las mas lisonjeras esperanzas. Consérvase aun en Jerez la memoria de estos hechos, y se recuerdan todavía los presagios que inspiraba el Excmo. Canubio aun antes de que fuera separado del honrado seno, de su casa.


      Inclinado desde sus primeros años a la iglesia, fue aprovechada con satisfactoria aprobación de su familia esta vocación tan espontánea, y a la edad de 13 años y 8 meses vistió el hábito de padres predicadores en el convento de Santo Domingo el Real de Jerez, donde hizo también su definitiva profesión religiosa a la edad de 19 años. En este célebre convento fue asimismo donde cursó los estudios teológicos, cuya carrera acabó con el más brillante aprovechamiento a la edad de 21 años.


      Habiéndose trasladado por esta época a la ciudad de Sevilla para recibir órdenes sagradas, hizo en ella oposiciones a una plaza de número del colegio mayor de Santo Tomás de Aquino que su orden poseía en esta población y le fue concedida en propiedad la colegiatura, en virtud de los brillantes ejercicios con que se hubo de distinguir en el certamen. 


      Dedicado en este puesto á la enseñanza, estuvo desempeñando desde 1826 a 1830 las cátedras de filosofía del citado establecimiento y desde este último año hasta la época de la esclaustración enseñó con aplauso la sagrada teología. En uno y otro ramo se adquirió la reputación de un gran maestro viéndose sus cátedras numerosamente concurridas y contándose entre sus discípulos multitud de jóvenes aventajados, que han llegado a ocupar puestos distinguidos cada cual en su carrera respectiva.


      El crédito adquirido justamente en la enseñanza por el Excmo. Canubio hizo que fuera llamado en 1844 para dirigir el instituto de segunda enseñanza de Jerez de la Frontera, puesto de importancia, pero para el cual nadie podía disputarle mejores títulos. Había sido antes conciliario primero y regente de estudios en el colegio referido de Santo Tomás de Sevilla y tenía por consiguiente demostrada su aptitud para el gobierno y dirección de estos establecimientos. Reunía al mismo tiempo la práctica de sus años de enseñanza como maestro y estas circunstancias daban a su nombre un prestigio que debía naturalmente redundar también en provecho del instituto de su patria. Así sucedió en efecto y la memoria de su dirección quedará siempre como un título de gloria en la historia de este establecimiento.


      Muchas cualidades y méritos adornan la carrera del Excmo. Canubio a más de los que se refieren a sus servicios públicos en la enseñanza. En Sevilla, en Jerez y en otros muchos puntos vive la memoria de su fama como distinguido predicador. Sus cualidades personales las más a propósito para el púlpito unidas a sus muchos conocimientos en las ciencias eclesiásticas y a su varia erudición y literatura, han dado siempre a sus sermones, de las cuales algunos hay impresos, el tinte que caracteriza a los de un excelente orador.


      Después de la época de la esclaustración y antes de haber venido a la dirección del instituto jerezano, estuvo en Sevilla siendo capellán ordinario del convento de Madre de Dios de religiosas de su orden y desempeñando el puesto de examidador sinodal de la diócesis, siendo al mismo tiempo considerado en cuanto al cumplimiento de sus deberes sacerdotales como un modelo de observancia y virtuosa rectitud.


      Llegado por último el año de 1847, mereció con los máas justos títulos el ser propuesto para el obispado de Segorbe y Su Santidad tuvo a bien preconizarlo como tal en consistorio celebrado el 17 de diciembre del mismo año. Consagróse en Madrid en la iglesia de Santo Domingo el 16 de abril de 1848 siendo sus consagrantes el Eminentísimo señor Cardenal Brunelli, nuncio entonces de la santa sede, y los Excmos. Señores García Abella arzobispo de Valencia y González Cachupín obispo de Cuenca, y padrino de aquel solemne acto su ilustre compatriota el teniente general conde del Mirasol. Revestido de su alta dignidad hizo su entrada solemne en la diócesis de Segorbe el 16 de julio del mismo año, siendo recibido con el ceremonial en estos casos de costumbre.


      El gobierno pastoral del Excmo. Canubio se distingue como el modelo de un prelado el más celoso por la fe. Dando ejemplo con sus virtudes particulares y con la más puntual actividad en el difícil desempeño de sus elevadas funciones, ha conseguido el más sincero amor y respeto de sus diocesanos, y el concepto universal que por sus virtudes disfruta hoy en nuestro país.


      Hállase condecorado con la gran cruz de Carlos III que le ha sido concedida a 10 de marzo de este presente año de 1863 como en testimonio de reconocimiento a sus servicios públicos y después de 14 años de ocupar su silla diocesana y así mismo disfruta la consideración de noble romano y la de prelado doméstico de Su Santidad con asistencia al sacro solio pontificio.


      Ha sido también uno de los prelados españoles que 1862 asistieron en Roma a la canonización de los santos mártires del Japón y de San Miguel de los Santos y cuéntase como miembro de varias asociaciones literarias a que su carrera y sus méritos lo han hecho acreedor. El Excmo. Canubio es como se manifiesta por este ligero bosquejo de su historia, dignísimo prelado de nuestra iglesia y asimismo uno de los varones que más honran al pueblo que felizmente lo vio nacer”.


Imagen tomada de: https://jerezenlahistoria.files.wordpress.com/2016/03/la-galerc3ada-de-retratos-de-directores-y-patronos-del-instituto-padre-luis-coloma-de-jerez.pdf