jueves, 21 de diciembre de 2023

Un tesoro hallado en Jerez (1748).-

(del FaceBook del Archivo Municipal de Jerez)

𝗨𝗡 𝗧𝗘𝗦𝗢𝗥𝗢 𝗛𝗔𝗟𝗟𝗔𝗗𝗢 𝗘𝗡 𝗝𝗘𝗥𝗘𝗭 (𝟭𝟳𝟰𝟴).

         En este manuscrito (MSSS/13440) de la Biblioteca Nacional, al que se puede acceder online en la Biblioteca Digital Hispánica (http://bdh.bne.es/bnesearch/detalle/bdh0000242723), aparecen tres o cuatro páginas muy curiosas, de aspecto muy literario y cierto aire jocoso, fechadas en Sevilla en 12 de marzo de 1748, relativas a un tesoro supuestamente hallado en Xerez en la zona del actual pueblo de Torrecera.



         𝗛𝗲𝗺𝗼𝘀 𝘁𝗿𝗮𝗻𝘀𝗰𝗿𝗶𝘁𝗼 𝗹𝗮𝘀 𝗽𝗮́𝗴𝗶𝗻𝗮𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝗰𝘂𝗿𝗶𝗼𝘀𝗼 𝗺𝗮𝗻𝘂𝘀𝗰𝗿𝗶𝘁𝗼, 𝗹𝗮𝘀 𝗰𝘂𝗮𝗹𝗲𝘀 𝗼𝗳𝗿𝗲𝗰𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗮𝗾𝘂𝗶́:

Fº 142r.:

Sevilla y marzo 12 de 1748

         Copia de la rezeta del tesoro de Xerez de la Frontera y noticia de lo sucedido en dicha ciudad sobre su descubrimiento.

         Cavía poco más de un mes que llegaron a Xerez dos franceses y presentaron a el Correxidor D. Vizente Cavallero una rezeta de tesoro, pidiéndole su auxilio y autoridad para la excavación y repartimiento de lo que se hallare conforme a las leyes, la rezeta es del thenor siguiente.

         Preguntarás por la ciudad de Xerez en el reyno de Sevilla, y estando en ella 𝗽𝗿𝗲𝗴𝘂𝗻𝘁𝗮𝗿𝗮́𝘀 𝗽𝗼𝗿 𝗲𝗹 𝗠𝗼𝗻𝘁𝗲 𝗚𝘂𝗮𝗿𝗶𝗻 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗰𝗲𝗿𝗿𝗼 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗛𝗮𝗿𝗶𝗻𝗮, que tiene un molino al pie desbaratado, y verás las piedras que antiguamente servían en él, y estando en el paraje que dista 10 millas de dicha ciudad verás una torre o castillo que servía de atalaya. 𝗧𝗲 𝗽𝗼𝗻𝗱𝗿𝗮́𝘀 𝗮𝗹 𝗽𝗶𝗲 𝗱𝗲 𝗲𝗹𝗹𝗮 𝗺𝗶𝗿𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗮 𝗱𝗼𝗻𝗱𝗲 𝗻𝗮𝘇𝗲 𝗲𝗹 𝘀𝗼𝗹, 𝘆 𝘃𝗲𝗿𝗮́𝘀 𝘂𝗻 𝗺𝗼𝗻𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝘇𝗮𝗿𝘇𝗮 𝘆 𝗷𝗮𝗿𝗮𝗳𝗲𝘀, 𝘆 𝗮𝗹 𝗺𝗲𝗱𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗲𝗹𝗹𝗮𝘀 𝘂𝗻𝗮 𝗳𝘂𝗲𝗻𝘁𝗲



Fº 142v.:

         Junto a las zarzas y hiedras al medio, y cavarás abriendo una zanja de hondo una vara, hallarás una piedra grande redonda que es la primera señal, y por que no yerres seguirás cavando azia el Monte y a los 9 pasos hallarás una piedra voladera que sirvió en el molino, y esta es la que sirve de puerta al tesoro. 𝗘𝗻𝘁𝗿𝗮𝗿𝗮́𝘀 𝘆 𝗵𝗮𝗹𝗹𝗮𝗿𝗮́𝘀 𝟯 𝗰𝗮𝘃𝗮𝗹𝗹𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝘁𝗿𝗲𝘀 𝗴𝗶𝗻𝗲𝘁𝗲𝘀 𝘃𝗲𝘀𝘁𝗶𝗱𝗼𝘀 𝗮 𝗹𝗼 ____ 𝗰𝗼𝗻 𝘀𝘂𝘀 𝗮𝗹𝗳𝗮𝗻𝗷𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗺𝗮𝗻𝗼. Te arrimarás a el de en medio, que es blanco, y le hallarás debajo del brazo hizquierdo un cofre chico que tiene por zerradura un cerrojo, y le abrirás y encontrarás dentro una caja de oro con un carbúnculo. No le habras de promto porque cn el resplandor que arrojará de sí te podrás quedar ciego; parar abrirla cierra los ojos. También hallarás dos llaves, las tomarás y verás cada una donde dize, y las unziarás con azeyte y jabón, y abrirás la primera puerta y hallarás dos cueros de pieles de buey y llenos de oro de Tibar, pasarás adelante y hallarás otra puerta y la abrirás y hallarás cuatro cofres de joyería y a un lado un montón de barras de oro, y al otro lado de plata, y seguirás y hallarás otra puerta cerrada sin cerradura, entrarás 𝘆 𝗮 𝗺𝗮𝗻𝗼 𝗵𝗶𝘇𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗱𝗮 𝗲𝘀𝘁𝗮́ 𝘂𝗻 𝗰𝗮𝗹𝗹𝗲𝗷𝗼́𝗻 𝘆 𝗲𝗻 𝗲́𝗹 𝗱𝗼𝘀 𝘁𝗶𝗻𝗮𝗷𝗮𝘀 𝘁𝗮𝗽𝗮𝗱𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝘂𝗻𝗮 𝗽𝗹𝗮𝗻𝗰𝗵𝗮 𝗱𝗲 𝗼𝗿𝗼 𝗴𝗿𝗮𝘃𝗮𝗱𝗮 𝘆 𝗲𝘀𝘁𝗮́𝗻 𝗹𝗹𝗲𝗻𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗽𝗲𝗿𝗹𝗮𝘀, y encima un cintillo de vrillantes. Hasta aquí y a la letra es copia que se exibió al Corregidor de Xerez.

         El modo de haver adquirido esta rezeta pareze ser que uno de los dos franceses siendo cautivo en [Argel] ____ tanto ___gracia y benevolencia de su dueño


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Fº 143r.:

        Que no solo le dio libertad gratuita, sino le regaló la tal rezeta asegurándole su certeza, pero sin embargo de que ella trahe todas las señas que suele este género de patrañas, 𝘆 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗖𝗼𝗿𝗿𝗲𝘅𝗶𝗱𝗼𝗿 𝗻𝗼 𝗾𝘂𝗶𝘀𝗼 𝗲𝘅𝗽𝗼𝗻𝗲𝗿 𝘀𝘂 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗲𝗻𝘁𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗼 𝗮𝗻𝗱𝗲𝘀𝘇𝗲𝗻𝗱𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗮 𝗮𝗹𝗴𝘂𝗻𝗮 𝗹𝗶𝗴𝗲𝗿𝗲𝘇𝗮 𝗶𝗿𝗿𝗶𝘀𝗼𝗿𝗶𝗮, 𝗻𝗼 𝗽𝘂𝗱𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗽𝗿𝘂𝗱𝗲𝗻𝘁𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝗮𝗿 𝗿𝗲𝘀𝘂𝗹𝘁𝗮𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝗳𝘂𝗲𝘀𝗲 𝗿𝗶𝗱𝗶́𝗰𝘂𝗹𝗮𝘀, tampoco quiso dejar de consultar sobre este inzidente a la Corte, de donde se le mandó proceder a la excavación con ciertas limitaciones que se infieren de lo posteriormente sucedido.

         Con efecto se hizo la abertura conforme a la rezeta y de hecho encontraron la piedra que sirve de puerta a la embocadura de 3 salones sucesivos subterráneos hasta aquí descubierto, mandó el Correxidor suspender la diligencia a que habían concurrido dos ó 3 ingenieros con el mismo Correxidor, y de orden de la Corte, como también los operarios que se habían llevado para este fin, que todos se volvieron con infinito número de curiosos que avian ido a este espectáculo, solo quedaron cuatro soldados y 6 ministros de justicia que desde entonces hacen centinela en el sitio a costa de los dos franceses a quienes se les han tomado fianzas correspondientes y todos los días reembolsan los mismos franceses 40 reales para paga de los 10 guardas.

         𝐄𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐢𝐧𝐦𝐞𝐝𝐢𝐚𝐭𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐢𝐨 𝐪𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐚 𝐥𝐚 𝐂𝐨𝐫𝐭𝐞 𝐞𝐥 𝐂𝐨𝐫𝐫𝐞𝐱𝐢𝐝𝐨𝐫 𝐲 𝐚 𝐥𝐚 𝐡𝐨𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐮𝐞́𝐬 𝐝𝐞 𝐭𝐫𝐞𝐬 𝐬𝐞𝐦𝐚𝐧𝐚𝐬 𝐨 𝐦𝐚𝐬 𝐧𝐨 𝐡𝐚𝐛𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐯𝐞𝐧𝐢𝐝𝐨 𝐚 𝐗𝐞𝐫𝐞𝐳 𝐫𝐞𝐬𝐨𝐥𝐮𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐧𝐢 𝐫𝐞𝐬𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐂𝐨𝐫𝐭𝐞, 𝐚𝐮𝐧𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐚𝐧𝐬𝐢𝐚 𝐲 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐦𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐢𝐧𝐠𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐜𝐫𝐞́𝐝𝐮𝐥𝐚 𝐲 𝐬𝐞𝐧𝐜𝐢𝐥𝐥𝐚.

Fº 143v.:

         Aunque esta espezie y singular noticia ha corrido aquí desde su principio por muchas cartas de Xerez y aun con notable variedad en las circunstancias yo me he guardado mui bien de escribirla allá, por el rezelo preziso de todo hombre cordato (¿) en estas materias. Tan lejos estoy de creer la existencia del tesoro en question que ni aun el hecho de que se le haya buscado he creydo asta ahora, pero ya no puedo negar este suceso que sobre ser notorio en toda la comarca me consta con certeza moral por haverlo preguntado mi compañero a un hermano suyo que vibe en Xerez y ambos son naturales de aquella ciudad el tal hermano de mi compañero que a estado muchas vezes en este Hospital se llama D. Pedro Rodríguez de Coca, es Alguazil mayor de la vicaría eclesiástica de aquella ciudad y sujeto a quien he tratado mucho y conozco por hombre de toda variedad y buen juicio. La carta en que responde y refiere lo que llevo dicho con la copia a la letra de la rezeta es fecha en Xerez a 3 de marzo en que estamos y queda en poder de mi compañero de que la he tomado para arreglarme a ella en todo lo sustancial de esta narración que llevo hecha. Doy todas estas fianzas para el hecho de que únicamente me ____ fiadores pues del crédito y resultas 𝗻𝗼 𝘀𝗲 𝗵𝗮𝗻 𝗱𝗲𝘀𝗰𝘂𝗯𝗶𝗲𝗿𝘁𝗼 𝗮 𝗹𝗮 𝗳𝗲𝗰𝗵𝗮 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗻𝗶 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲𝗻 𝘀𝗲𝗿 𝘀𝗶𝗻𝗼 𝗶𝗹𝘂𝘀𝗶𝗼́𝗻 (¿) 𝗼 𝗮𝗰𝗮𝘀𝗼 𝗶𝗺𝗯𝗲𝗻𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗮𝗹𝗴𝘂́𝗻 𝗽𝗶𝗰𝗮𝗿𝗼́𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝘂𝘀𝗼 𝗼 𝘀𝗮𝗯𝗲 𝗲𝗹 𝘀𝗶𝘁𝗶𝗼 (¿) 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗽𝗶𝗲𝗱𝗿𝗮 𝘆 𝘀𝘂𝗯𝘁𝗲𝗿𝗿𝗮́𝗻𝗲𝗼, 𝘆 𝗹𝗼 𝗮𝗰𝗼𝗺𝗼𝗱𝗼́ 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗿𝗲𝘇𝗲𝘁𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗿𝗲𝗶́𝗿𝘀𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗯𝗿𝗲𝘀 𝗳𝗿𝗮𝗻𝗰𝗲𝘀𝗲𝘀. Los occiosos discurren aquí bellamente y cada qual según su capricho, como quiera que sea basta solo el hecho y lo sucedido para divertir la ociosidad que es el fin con que he tomado la pluma