martes, 17 de diciembre de 2024

Apoyo archivístico a la arqueología de gestión en Jerez.-

 (del FaceBook del Archivo Mpal. de Jerez)

APOYO ARCHIVÍSTICO A LA ARQUEOLOGÍA DE GESTIÓN EN JEREZ.-


En la tarde de ayer martes 17/12/2024, en el salón de actos del Ateneo de Jerez y dentro de la programación del X ciclo “El documento del mes del Archivo Municipal de Jerez” (2024-2025), tuvo lugar la ponencia del arqueológo Diego Bejarano Gueimúndez titulada “La arqueología de gestión y el Archivo Histórico Municipal. Una necesaria colaboración”.

La muy interesante, amena y perfectamente documentada conferencia logró cautivar la atención del público asistente y versó, con varios ejemplos de actuaciones arqueológicas, acerca de la necesaria, imprescindible, apoyatora que dichas actuaciones han de tener en las fuentes informativo-documentales que se contienen, para este caso, en el Archivo Municipal de Jerez; un Archivo Mpal. que el ponente conoce muy bien tras, durante muchos años, numerosas investigaciones, consultas y sondeos en el mismo.

Apoyándose en distintas secciones del Archivo Municipal (por ejemplo: legajos/expedientes, padrón municipal de habitantes, Archivo Histórico-Reservado, planimetría, archivo hco. de protocolos notariales, etc.) Diego Bejarano desgajó -utilizando ejemplos concretos como inmuebles en la C/ Larga, C/ Canto, C/ Salas, C/ Arcos, etc.- el potencial informativo del Archivo Municipal de Jerez para obtener: nombres de propietarios, autores de obras, emplazamientos, arcos cronológicos, habitantes, reformas de edificios, edificios ruinosos, alineaciones de calles, empedrados, títulos de propiedad, etc.

El ponente agradeció también la colaboración de historiadores, que a su vez conocen bien el Archivo Municipal, como Fernando Aroca o José Manuel Moreno; así como la colaboración del Museo Arqueológico Municipal (cuyo director Francisco Barrionuevo también estuvo presente en la ponencia).

En definitiva, una exposición brillante y muy precisa sobre la potencia informativa del Archivo Municipal y también sobre los trabajos de profundización en el conocimiento del rico patrimonio arqueológico de Jerez en los barrios antiguos, dentro y fuera de la muralla.









miércoles, 11 de diciembre de 2024

TRIQUITRAQUES NO (JEREZ, CARNAVAL DE 1859).-

 (DEL fACEBOOK DEL aRCHIVO mPAL. DE jEREZ)

TRIQUITRAQUES NO (JEREZ, CARNAVAL DE 1859).-

         Conservamos en el Archivo Mpal. de Jerez un bando, que abajo reproducimos, de 21 de febrero de 1859, que se refiere a la celebración del carnaval, siendo alcalde de la ciudad en ese momento José López de Carrizosa y Pavón

Resumimos aquí algunas de las llamativas normas dictadas:

-Permitido disfrazarse en los 3 días de carnaval, pero no con trajes de religiosos, ni de altos funcionarios y militares.

-Por la noche se permiten disfraces, pero no personas deambulando enmascaradas.

         -No se permiten ni armas ni bastones.

-No se proferirán insultos de ningún tipo.

-"A los enmascarados no podrá quitárseles la careta, aunque hubiesen cometido algún ecceso".

         -No se permiten enmascarados en tabernas y billares.

-Prohibido manchar de algún modo los trajes de los demás; prohibidos los triquitraques.

-Prohibido poner "cojidos a las señoras, ni latas u otros objetos de ruido los perros"...

"TRIQUITRAQUE" (RAE):

           m. Rollo delgado de papel con pólvora y atado en varios dobleces, de cada uno de los cuales resulta una pequeña detonación cuando se pega fuego a la mecha que tiene en uno de sus extremos.



miércoles, 4 de diciembre de 2024

Memorial de Jerez al infante don Fernando (2 de abril de 1410).-

(del Facebook del Archivo Mpal. de Jerez)


MEMORIAL DE JEREZ AL INFANTE DON FERNANDO (2 DE ABRIL DE 1410).-

Presentamos aquí un resumen de un interesante memorial que el concejo de Jerez dirige al infante don Fernando, tío del rey Juan II y regente suyo, en 1410. Este Memorial, como otros varios que pueden encontrarse a lo largo de las actas capitulares del siglo XV conservadas en el Archivo, no está referido a ningún problema particular, sino a un conjunto de circunstancias acuciantes que revelan la difícil situación en que se encuentra Jerez como consecuencia de las campañas militares del infante en la zona fronteriza con Granada.

Se ve que antes del auge económico de la segunda mitad del siglo XV y durante el siglo XVI, Jerez es, en 1410 al menos, una ciudad de frontera asfixiada por sus tareas militares y debilitada en orden a articular unos intereses comunitarios propios y suficientes frente a las duras exigencias bélicas de la Corona. En esos momentos, toda la zona gaditana está bajo la sombra de los sucesos militares relacionados con la campaña del infante don Fernando.

Hipólito Sancho la sintetiza así para 1407: “Salen las huestes de Jerez con el pendón para tomar parte en la campaña del Infante D. Fernando, que culmina en el primer momento con la toma de Zahara, en la cual se distinguieron caballeros jerezanos, como Fernando Alfonso de Zurita, favorecidos con acostamientos y otras mercedes. Se encuentran noticias ciertas de la existencia de la armada que la ciudad sostenía y de la que era capitán Álvar Núñez Cabeza de Vaca, uno de los muchos de este nombre”; y así para 1410: “Prosiguiendo la cooperación a las campañas del Infante, concurre Jerez a la toma de Antequera, mereciendo le diese cuenta de la ganancia la infanta Doña Leonor. En este año se agitó la cuestión de la muerte de Gonzalo Gil y Domingo Mateo de Maya, con lo que se volvieron a resucitar las banderías un tanto dormidas…”.


En la relación de actas capitulares de 1409 a 1430 aparecen más de trescientos acuerdos que aluden al año 1410 (folios 1r. a 108v.). Su conjunto, en el que se inserta el documento que comentaremos, revela la gran minuciosidad con la que alcaldes, regidores y jurados intentan ordenar la vida económica, política, militar, judicial, fiscal, concejil, demográfica, social, etc., de la ciudad, su término y su gobierno local. Concretamente, los cabildos que tienen lugar en los primeros días de abril de 1410 muestran cómo las dos preocupaciones principales de los gobernantes locales se reducen, efectivamente, a prácticamente dos, a saber, la campaña de Antequera y la fiscalidad:

Resumidamente, el documento al que nos referimos señala los siguientes problemas que Jerez padece y respecto a los que pide soluciones:

PÁRRAFO 1º: Que algunos arrendadores y pesquisidores de los años pasados, frente al buen trabajo del concejo y de empadronadores y cogedores de monedas, apremiaban a los vecinos de Jerez; que esto lo hacían con muchas presas y represalias, y con consentimiento de varios jueces (los del Adelantado, los de comisiones, los de la ciudad de Sevilla, etc.), hasta el punto que los vecinos son corridos tanto como si fueran moros; que había riesgo de despoblamiento hacia lugares comarcanos, como Sevilla o lugares de señoríos francos; “… e no tenemos en esta tierra a quien lo querellar”; y se pide un “conservador” en la dicha ciudad de Sevilla.

PÁRRAFO 2º: Los castigos de los arrendadores son de mayor cuantía que la deuda contraída; que hay peligro de despoblamiento con las consecuencias sobre guarda de la frontera y lugares comarcanos; petición de poner por tasa las monedas de la ciudad; petición de mandar coger las monedas como se hacía en tiempos de don Enrique “vuestro hermano”.


PÁRRAFO 3º:
que los arrendadores del montadgo no presionen a los vecinos que andan con sus ganados por el término, como ocurre de cuatro años a esta parte, y se respeten los privilegios que al respecto tiene Jerez.

PÁRRAFO 4º: que por causa de las guerras y otros menesteres se está en gran necesidad; petición de poder echar dinero sobre el vino y la carne igual que se hace en Sevilla.

PÁRRAFO 5º: que las cartas que ganan los arrendadores contra los vecinos de Jerez obligan a estos a ir a la corte para pleitear; petición de poner una buena persona por juez para que los oiga en Sevilla, “segund que lo avemos por privillejo en los plitos çeviles”.

PÁRRAFO 6º: que Jerez no pude atender el pedido de 250 caballeros, 450 hombres de a pie (ballesteros y lanceros); si estas personas fueran a la guerra la tierra de Jerez y las villas comarcanas serían corridas; pero Jerez puede ir cuando la entrada se realice por esta comarca.

PÁRRAFO 7º: que no se puede atender el pedido de 300 bestias asnales, porque apenas queda un asno en la ciudad para el surtido de leña.

PÁRRAFO 8º: que el notario de Andalucía que está en lugar de Per Afán de Ribera da algunas sobrecartas desaforadas, pues por ellas hace nuevas leyes en materia de coger monedas y castigos por deudas.

PÁRRAFO 9º: que se guarde a los caballeros de silla antigua que sostienen armas el derecho a no pagar monedas algunas.

Es decir, nos encontramos, sucintamente, ante ocho cuestiones principales que afectan a la vida concejil en 1410: 1ª: los atrasos en el pago de los impuestos, 2ª.- los excesos cometidos por los arrendadores contra los vecinos, 3ª.- el impuesto sobre los ganados (montadgo), 4ª.- la conveniencia de un nuevo impuesto sobre el vino y la carne, 5ª.- la falta de juez sobre temas fiscales, 6ª.- los pedidos de guerra, 7ª.- la exención de impuestos para los caballeros antiguos, y 8ª.- el respeto a la forma de recoger los impuestos y que no haya innovación en ello. Estos 8 asuntos están relacionados, obviamente, con la problemática fiscal reinante y tienen por telón de fondo, como ya hemos dicho, dos realidades de más largo alcance: el cuidado militar de la frontera y el peligro de despoblamiento. Es decir, la presión fiscal por causa de las exigencias de aprestos militares pone en serias dificultades a la ciudad.

Del contenido del texto llama la atención que el concejo de Jerez se atreva, justamente en el momento de la guerra, a hacer un memorial al rey pidiéndole una serie de soluciones que corrían el riesgo de ser interpretadas por el infante D. Fernando como una estrategia de presión de cara al envío o no de soldados y pertrechos al escenario de las batallas. Este hecho, aunque una interpretación exhaustiva del mismo no es objeto de este artículo, podría ser una señal no solo de la resistencia, obvia, sino también de la oposición expresa del concejo a participar en la guerra si no es en razón a un peligro territorial que le afecte directamente: “Porque vos pedimos señor por merçed que a la vuestra merçed / plega de remediar en esto que quando la entrada oviere de ser por esta comarca prestos estemos”.


Por último, importa subrayar el hecho de que los memoriales de los concejos, como fórmula documental de relación entre el rey y sus gobiernos locales, es algo que aún no ha sido estudiado por nuestra historiografía con el detalle que merece, pues se conoce la existencia, aunque no el tenor, de varios memoriales de Jerez a lo largo del siglo XV que sintetizan el devenir de la ciudad y su término en esta centuria.





TRANSCRIPCIÓN COMPLETA DEL MEMORIAL DE 1410:

https://www.cehj.es/app/download/8876816/223-236.pdf

 

AMJF, Actas Capitulares, 1410-04-02, Fº 57r.-58v.: <<Memorial de Jerez al infante d. Fernando sobre el pleito con los arrendadores de monedas, prendas que se hacen a vecinos de Jerez en Sevilla, servicio y montazgo, impuesto sobre el vino y la carne, pedido de guerra, exención de pechos a caballeros de guerra, etc.>>

martes, 3 de diciembre de 2024

La cabeza de santa Severa y el muslo de San Clemente en el Jerez de 1700.-


(del FaceBook del Archivo Municipal de Jerez)

LA CABEZA DE SANTA SEVERA Y EL MUSLO DE SAN CLEMENTE QUE SE VENERABAN EN LA IGLESIA DE SAN BARTOLOMÉ –JEREZ, 1700–.

         Aunque la cabeza de Santa Severa parece estar hoy en la catedral de Orihuela (véase: https://www.diariodelavega.com/la-catedral-recupera-el-esplendor-de-varias-de-sus-reliquias-mas-valiosas/) a principios del s. XVIII estuvo en Jerez, lo cual sabemos por el siguiente documento (que adjunto reproducimos) conservado en el Archivo Municipal de Jerez:




         AMJF, AHR, C. 5, Nº 5: Orden nº 562: Certificaciones y diligencias de la donación de la cabeza de Santa Severa a la capilla del Hos­pital de San Bartolomé, de Xerez, de la Herman­dad de la Santa Caridad, 1706 /    4 hojas / Incluye un documento en latín (Roma, Mayo de 1700)

         Además, en su artículo "La fundación del hospital de la Caridad en Jerez de la Fra." (Anales de la Real Academia de Bellas Artes, nº 14, 1996) la historiadora Esperanza de los Ríos, citando otras fuentes, dice también: "Entre las Reliquias, se consignaba que en el altar mayor de la iglesia se encontraba la cabeza de Santa Severa Mártir, desde 1700; también se veneraba un hueso de San Bartolomé, otro hueso de San Lorenzo Levita y otro de San Clemente Mártir".




         En el Archivo Municipal de Jerez también conservamos, respecto a esa iglesia del Hospital de San Bartolomé, certificaciones (que adjuntamos) de las siguientes reliquias de santos: hueso de San Bartolomé Apóstol, muslo de San Clemente mártir y hueso de San Lorenzo:

         AMJF, AHR, C. 5, Nº 5, Orden nº 561: Certificación de autenticidad de un hueso de San Bartolomé apóstol que se veneraba en la Iglesia del Hospi­tal de San Bartolomé. / Roma, 1714 / Latín / Sello de Fr. Jo. Franciscus de Nicolais / (Impreso relleno) 1 hoja, 31,5 X 21,5 cms.

         AMJF, AHR, C. 5, Nº 5, Orden nº 563: Certificación de autenticidad, y diligencias de donación, de una parte del muslo de San Clemente mártir que se veneraba en la Iglesia Hospi­tal de San Barto­lomé. / Roma, 1777 ; Jerez, 1777. / 4 hojas.




         AMJF, AHR, C. 5, Nº 5, Orden nº 564: Certificación de autenticidad del hueso de San Lorenzo ... que se veneraba en la Iglesia Hospital de San Bar­tolomé / Latín. Roma, 1733 / 1 hoja.

         En el s. XVII el culto y fiesta a San Bartolomé estaba muy activo: "Cabildo 22/08/1650. El miércoles por la tarde, fiesta de San Bartolomé, los diputados Marcos Gil de León, Pedro Villavicencio, Alonso Valdespino, Francisco Ramos de Baños, acordaron procesión con la Imagen de la Patrona María Santísima de la Merced a la iglesia del Salvador, al recobrar la ciudad entera salud de la peste que la azotaba".



Respecto al emplazamiento del hospital y cofradía de San Bartolomé de Jerez:

         "Data el origen de la cofradía del Jueves Santo en el año de 1488, cuando el Cardenal González de Mendoza, autoriza la creación de una asociación hospitalaria bajo la advocación de San Bartolomé, en los alrededores de la actual plaza de peones. Quedando aprobadas sus primitivas reglas por el Cardenal Hurtado de Mendoza en el año 1503. Desde su capilla hospital de las inmediaciones del Arroyo, a finales del siglo XVI, la hermandad se traslada a la Colegial para iniciar una trayectoria nueva al servicio del cuerpo místico de la Iglesia, abandonando su línea hospitalaria. Durante casi un siglo permanece la cofradía en este templo, para pasar a finales del siglo XVII a residir en el antiguo convento de los Carmelitas de la plaza del Arenal, donde permaneció hasta que con fecha 3 de junio de 1738, el Arzobispo autoriza su definitiva sede en la iglesia de San Dionisio" (Fuente: https://www.soyjerez.com/item/hermandad-del-mayor-dolor/)


(resto de láminas en el facebook del Archivo Municipal de Jerez)