Intuyo que hay que adentrarse en estos debates entre dos economistas (sobre la renta básica, las ideas liberales, la quiebra de la economía española desde 2008, etc.) para comprender qué es la historia y qué debe hacer la historiografía. Eso me parece. Y me explico.
Estudiar el origen de la acumulación de bienes y capitales, investigar sobre la posesión de patrimonio y los acuerdos que se establecen entre las élites que los poseen y para qué, entender bien qué es la concentración y la acumulación de capital, ver hasta dónde se pueden tolerar las desigualdades económicas en los distintos momentos históricos, aclarar cómo lo público ha ido siendo convertido en privado, observar cómo los gobiernos son manipulados por quienes están en la cúpula de la sociedad, tomar nota de las condiciones de trabajo de la mayoría, reflexionar sobre cómo la democracia tiene límites (diseñados por los de arriba) en el acceso a la educación, la salud, la vivienda, etc., estar atentos a cómo los poderosos a conculcado los DDHH humanos de la mayoría, etc., etc., etc., nos dará sin duda el pulso del desarrollo de la sociedad en que vivimos, esto es, su comprensión a lo largo de la evolución histórica que nos ha conducido hasta aquí.
Los liberales (que no piensan en que es difícil ver la verdad cuando te pagan para no verla) defienden infantilmente, interesadamente, la "libertad individual"; frente a ese perverso mantra, las izquierdas, los republicanos, los defensores de lo público, defienden la utilidad de la intervención del estado y el criterio de la igualdad social:
En Sevilla, otro debate muy parecido entre Juan Torres y el profesor Rallo: