"En el reinado de Felipe IV, cuando prácticamente todo parecía estar en venta, también se podían comprar los escaños en las Cortes. Así, en 1625 Galicia compró la representación en Cortes y lo mismo hizo Palencia en las postrimerías del reinado. En 1639, Jerez intentó comprar su representación por una suma de 85.000 ducados, para liberarse del dominio que sobre ella ejercía Sevilla. Los cínicos argumentos utilizados por el Consejo de Hacienda contra esa solicitud de ingreso constituyen un interesante análisis del papel de las Cortes. Admitir a Jerez, señalaba el Consejo, sólo serviría para añadir problemas y gastos al gobierno, que tendría que contar con una ciudad más a la hora de conseguir una mayoría de los votos y con dos procuradores más a quienes otorgar concesiones y honores. Para obtener 85.000 ducados, los magistrados municipales de Jerez, que serían los únicos en salir beneficiados de la representación en Cortes, tendrían que imponer contribuciones al conjunto de la población, que no conseguiría beneficio alguno. Por otra parte, Jerez estaba atrasada en el pago de los impuestos ordinarios y era muy improbable que pudiera recaudar la suma ofrecida.77 Finalmente, el rey aceptó la solicitud a condición de que el dinero lo aportaran los 24 magistrados municipales y no los ciudadanos con sus contribuciones. En ese momento, la solicitud fue retirada".
(John Lynch: Edad Moderna. Crisis y recuperación, 1598-1808, ed. Crítica, Barcelona, 2005, p. 91)
Nota 77: 77 Consulta del Consejo de Hacienda, 21 de julio de 1639, en Domínguez Ortiz, Política y hacienda de Felipe IV, Apéndice XII, p. 372. Véase también del mismo autor «Concesiones de votos en Cortes a ciudades castellanas en el siglo XVII», Anuario de Historia del Derecho Español, XXX (1961), pp. 175-186.
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