viernes, 9 de agosto de 2019

Una boutade sobre Gibraltar del jerezano general Primo de Rivera (marzo 1917)



Es sabido que Primo de Rivera, en su patriótico afán por recuperar Gibraltar, propuso que España ofreciera, a cambio del peñón, la plaza de Ceuta. Una grande boutade, en medio de la Primera Guerra Mundial y el ascenso soviético, que al parecer le costó a Primo de Rivera, según se dice, el cargo de gobernador militar de Cádiz. Eso sí, si pretendió llamar la atención de los medios de comunicación y de la cúpula militar y política lo consiguió de pleno.

Exactamente como Felipe González y el PSOE jalearon su "de entrada, OTAN no" (engañando luego al pueblo español con su traicionero sí a la entrada en el referéndum de la OTAN de marzo de 1986), así el histriónico general largó por el pico muchas supuestas ideas abandonistas respecto al problema del protectorado... pero para luego, en cuanto se vio en el brete, aliarse con Francia, vencer a Abd el Krim en el desembarco de Alhucemas (sept. de 1925) y asentarse definitivamente en el norte de Marruecos en una zona consentida por el colonialismo europeo y donde contener a sus rivales generales africanistas. Entonces, quizás sus broncas con los militares más agresivamente africanistas (Varela, Queipo de Llano, Millán Astray, Franco, etc.) más bien serían un juego de posiciones políticas que otra cosa. Sus supuestas ganas  iniciales de abandonar Marruecos, que luego redujo a una "pacificación" manu militari del protectorado, tenían más que ver con una promoción política personal que con un deseo sincero de terminar con la locura militarista de ascensos y hechos gloriosos que, en la mentalidad conquistadora antigua del generalato tradicionalista, representaba el escenario del Rif para las carreras personales de algunos. Supuestamente, quería abandonar Marruecos, pero, llegado el momento, no dudó en bombardear con gases a la población civil y militar del Rif (https://www.publico.es/internacional/desastre-annual-fomento-idea-venganza.html)

Difícilmente Primo de Rivera podía defender sinceramente la retirada de Marruecos cuando su credo más íntimo estaba bañado en ideas militaristas y supremacistas de "destino en lo universal", como su concepción de que España era, además de un pueblo, una nación, un impulso de civilización, etc., "una raza":


Por cierto que recubrió su grande boutade sobre Gibraltar con antecedentes jerezanísimos, como él, relacionados con las, más o menos, hazañas del pasado medieval de Jerez:

“… Cádiz a Marbella, teatro de incesantes luchas, hasta que Fernando iv, en 1309, por medio del insigne Capitán D. Alonso Pérez de Guzmán, restituyó a Gibraltar a manos españolas, expidiendo en Jerez el 31 de Enero de 1310 la cédula o privilegio que constituyó el excepcional derecho municipal del reconquistado pueblo”


“… bajo el dominio sarraceno 23 años después, sin poderlo recuperar hasta el viernes 20 de Agosto de 1462, reinando Enrique IV y por el esfuerzo de las mesnadas del alcalde de Tarifa Alonso de Arcos y los pendones de vejer, Medina, Alcalá, Arcos, Castellar y el de Jerez, que al mando del corregidor Gonzalo Dávila envió 400 caballos y nutrida infantería…”

Aunque señala que sirve para robustecer "el principio del derecho a la integridad de los pueblos", Primo de Rivera se da cuenta del holocausto que es la Primera Guerra Mundial y las guerras venideras:


Pero vayamos directamente a su gran boutade:


Que es una boutade no lo digo yo, lo dice el propio general Primo de Rivera: "... por encima de todo esto, digo, tiene hoy para Inglaterra el valor inapreciable de la utilización activísima a que está sujeto, que imposibilita todo intento de permuta en este preciso momento, aun por territorio y puerto de semejante o mejores condiciones, pero faltos de la necesaria preparación..." Es decir, sabe perfectamente el gesticulante general que Gibraltar es para los ingleses una posición militar muy importante, innegociable.

Pero Miguel Primo de Rivera expone sus regeneracionistas ideas, en principio juiciosas, "abandonistas": "La situación que hemos aceptado en Africa, es la de guardar un territorio virgen y notoriamente pobre, garantizando la seguridad de todos, facilitando la explotación a todos y respondiendo ante todos, sin conservar en compensación de tanta carga un solo privilegio que aventaje en nada la situación que con relación a Africa nos dió la naturaleza. ¿Es que es cuerdo ni conveniente crear en África las escuelas que en España hacen tanta falta, abrir los caminos porque aquí suspiramos e ir allí a mejorar razas ganaderas que la decrepitud meridional hace degenerar rápidamente, cuanto tal renovación de procedimientos y especies hace tanta falta en España?. Y todo esto, ¿para qué? para no lograr, jamás, jamás, vuelvo a repetir, el afecto de unos habitantes que solo por el temor o la continua dádiva están sujetos sin fidelidad ni gratitud alguna. Para sostener casi de continuo un estado de guerra, que los que no saben de estas psicologías creen que es adiestramiento y vigorización, cuando es acaso consagración de errores y agotamiento de energías, que las naciones deben reservar y almacenar para hacer trágicos los grandes momentos de su historia, los riesgos de su honor o de su independencia..."

Más allá del bien y del mal, situándose por encima de patronos y obreros, allende toda ideología, el galante general, imbuido de caudillismo salvapatrias y subido a lo más alto de su independencia política frente a los poderes civiles de España, como hombre de hierro y caudillo bismarkiano, describe nuestros viejos defectos como nación:


Nos instaba a superar nuestros conocidos defectos para activar la regeneración de España, no abandonar precipitadamente África, pero no agarrarse a ella innecesariamente... una palabrería que luego él se encargaría de matizar justamente lo mismo que hoy el PSOE sigue matizando, a su conveniencia, aquella supuesta oposición a la OTAN de aquellos años posteriores a la muerte de Franco. Donde dije digo digo Diego.

El discurso de Primo de Rivera sería protocolariamente contestado por el cónsul de Colombia en Cádiz sr. Pérez-Sarmiento, quien comenzó su lenguaraz intervención haciendo un cántico a los valores militaristas: el ejército como sostén de la paz mundial y del orden y del comercio y la justicia... "Si bien es cierto que la fuerza no debe primar sobre el derecho, hoy por hoy sucede todo lo contrario: la fuerza es condición indispensable del derecho; triste y dolorosa, pero indiscutible verdad. Por el ejército son grandes los Estados, respetables y temidos. Desde el territorio que señala las fronteras de la soberanía, hasta las empalizadas que cercan el huerto familiar; desde las altas concepciones de sabios y de juristas, hasta el deletreo de las escuelas primarias, la Paz, la Ley, la Justicia, el Derecho con todas sus prerrogativas, todo, absolutamente todo ello tiene que estar resguardado «con la canción suprema de la espada>>". Luego, prudente, le da la razón al ponente, sin dejar de mencionar que hay quien ve exótica" la propuesta de Primo de Rivera, y elogia retóricamente la historia de España en América.

Primo de Rivera, el general que quiso regenerar España, corregir sus defectos, cayendo en el peor: el viejo golpismo de siempre.

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-Véase:
https://elfarodeceuta.es/primo-de-rivera-llego-a-defender-un-trueque-entre-ceuta-y-gibraltar/

-Sucinta biografía política de Primo de Rivera:
http://www.xtec.cat/~jrovira6/bio/priorban.htm

-Reseña del libro de Julio Ponce sobre Gibraltar:
https://journals.openedition.org/diacronie/3152

-Bullit Lowry: "El indefendible Peñón. Inglaterra y la permuta de Gibraltar por Ceuta. De 1917 a 1919": http://www.cepc.gob.es/Controls/Mav/getData.ashx?MAVqs=~aWQ9MzQ3MTkmaWRlPTEwMzcmdXJsPTEzJm5hbWU9UlBJXzE1M18xOTUucGRmJmZpbGU9UlBJXzE1M18xOTUucGRmJnRhYmxhPUFydGljdWxvJmNvbnRlbnQ9YXBwbGljYXRpb24vcGRm

-Véase:
https://observatorio.cisde.es/archivo/tras-las-armas-llego-la-via-diplomatica-para-recuperar-gibraltar/


(citado en: ANTONIO REMIRO BROTONS: "REGRESO A GIBRALTAR: ACUERDOS Y DESACUERDOS HISPANO-BRITÁNICOS" https://revistas.uam.es/revistajuridica/article/viewFile/6186/6641)


Un comentario, en 1921, de El Sol sobre la circense ocurrencia de Primo de Rivera de intercambiar Gibraltar por Ceuta: