En este manuscrito (MSSS/13440), al que se puede acceder online en la Biblioteca Digital Hispánica (enlace al manuscrito: http://bdh.bne.es/bnesearch/CompleteSearch.do?languageView=es&field=todos&text=Jerez&showYearItems=&exact=on&textH=&advanced=false&completeText=&pageSize=1&pageSizeAbrv=30&pageNumber=197), aparecen tres o cuatro páginas muy curiosas, fechadas en Sevilla en 12 de marzo de 1748, relativas a un tesoro supuestamente hallado en Xerez en la zona del actual pueblo de Torrecera.
(Plano de Adolfo López Cepero, 1904, de la zona situada entre el río Guadalete y el cortijo de Torrecera, es decir, el Cerro de la Harina)
He transcrito las páginas del manuscrito, las cuales ofrezco aquí:
Fº 142r.:
Sevilla y marzo 12 de 1748
Copia de la rezeta del tesoro de
Xerez de la Frontera y noticia de lo sucedido en dicha ciudad sobre su
descubrimiento.
Cavía poco más de un mes que
llegaron a Xerez dos franceses y presentaron a el Correxidor D. Vizente
Cavallero una rezeta de tesoro, pidiéndole su auxilio y autoridad para la
excavación y repartimiento de lo que se hallare conforme a las leyes, la rezeta
es del thenor siguiente.
Preguntarás por la ciudad de
Xerez en el reyno de Sevilla, y estando en ella preguntarás por el Monte Guarin
en el cerro de la Harina, que tiene un molino al pie desbaratado, y verás las
piedras que antiguamente servían en él, y estando en el paraje que dista 10
millas de dicha ciudad verás una torre o castillo que servía de atalaya. Te
pondrás al pie de ella mirando a donde naze el sol, y verás un monte de zarza y
jarafes, y al medio de ellas una fuente
Fº 142v.:
Junto a las zarzas y hiedras al
medio, y cavarás abriendo una zanja de hondo una vara, hallarás una piedra
grande redonda que es la primera señal, y por que no yerres seguirás cavando
azia el Monte y a los 9 pasos hallarás una piedra voladera que sirvió en el
molino, y esta es la que sirve de puerta al tesoro. Entrarás y hallarás 3
cavallos con tres ginetes vestidos a lo ____ con sus alfanjes en la mano. Te
arrimarás a el de en medio, que es blanco, y le hallarás debajo del brazo
hizquierdo un cofre chico que tiene por zerradura un cerrojo, y le abrirás y
encontrarás dentro una caja de oro con un carbúnculo. No le habras de promto
porque cn el resplandor que arrojará de sí te podrás quedar ciego; parar
abrirla cierra los ojos. También hallarás dos llaves, las tomarás y verás cada
una donde dize, y las unziarás con azeyte y jabón, y abrirás la primera puerta
y hallarás dos cueros de pieles de buey y llenos de oro de Tibar, pasarás
adelante y hallarás otra puerta y la abrirás y hallarás cuatro cofres de
joyería y a un lado un montón de barras de oro, y al otro lado de plata, y
seguirás y hallarás otra puerta cerrada sin cerradura, entrarás y a mano
hizquierda está un callejón y en él dos tinajas tapadas con una plancha de oro
gravada y están llenas de perlas, y encima un cintillo de vrillantes. Hasta
aquí y a la letra es copia que se exibió al Corregidor de Xerez.
El modo de haver adquirido esta
rezeta pareze ser que uno de los dos franceses siendo cautivo en [Argel] ____
tanto ___gracia y benevolencia de su dueño
Fº 143r.:
Que no solo le dio libertad
gratuita, sino le regaló la tal rezeta asegurándole su certeza, pero sin embargo
de que ella trahe todas las señas que suele este género de patrañas, y que el
Correxidor no quiso exponer su consentimiento o andeszendencia a alguna
ligereza irrisoria, no pudiendo prudentemente esperar resultas que no fuese
ridículas, tampoco quiso dejar de consultar sobre este inzidente a la Corte, de
donde se le mandó proceder a la excavación con ciertas limitaciones que se
infieren de lo posteriormente sucedido.
Con efecto se hizo la abertura
conforme a la rezeta y de hecho encontraron la piedra que sirve de puerta a la
embocadura de 3 salones sucesivos subterráneos hasta aquí descubierto, mandó el
Correxidor suspender la diligencia a que habían concurrido dos ó 3 ingenieros
con el mismo Correxidor, y de orden de la Corte, como también los operarios que
se habían llevado para este fin, que todos se volvieron con infinito número de
curiosos que avian ido a este espectáculo, solo quedaron cuatro soldados y 6
ministros de justicia que desde entonces hacen centinela en el sitio a costa de
los dos franceses a quienes se les han tomado fianzas correspondientes y todos
los días reembolsan los mismos franceses 40 reales para paga de los 10 guardas.
En este estado inmediatamente dio
quenta segunda vez a la Corte el Correxidor y a la hora de esta después de tres
semanas o mas no habiendo venido a Xerez resolución ni respuesta alguna de la
Corte, aunque se espera con ansia y mucho mas por ingente crédula y sencilla.
Fº 143v.:
Aunque esta espezie y singular
noticia ha corrido aquí desde su principio por muchas cartas de Xerez y aun con
notable variedad en las circunstancias yo me he guardado mui bien de escribirla
allá, por el rezelo preziso de todo hombre cordato (¿) en estas materias. Tan
lejos estoy de creer la existencia del tesoro en question que ni aun el hecho
de que se le haya buscado he creydo asta ahora, pero ya no puedo negar este
suceso que sobre ser notorio en toda la comarca me consta con certeza moral por
haverlo preguntado mi compañero a un hermano suyo que vibe en Xerez y ambos son
naturales de aquella ciudad el tal hermano de mi compañero que a estado muchas
vezes en este Hospital se llama D. Pedro Rodríguez de Coca, es Alguazil mayor
de la vicaría eclesiástica de aquella ciudad y sujeto a quien he tratado mucho
y conozco por hombre de toda variedad y buen juicio. La carta en que responde y
refiere lo que llevo dicho con la copia a la letra de la rezeta es fecha en
Xerez a 3 de marzo en que estamos y queda en poder de mi compañero de que la he
tomado para arreglarme a ella en todo lo sustancial de esta narración que llevo
hecha. Doy todas estas fianzas para el hecho de que únicamente me ____ fiadores
pues del crédito y resultas no se han descubierto a la fecha de esta ni pueden
ser sino ilusión (¿) o acaso imbención de algún picarón que puso o sabe el
sitio (¿) de la piedra y subterráneo, y lo acomodó en la rezeta para reírse de
los pobres franceses. Los occiosos discurren aquí bellamente y cada qual según
su capricho, como quiera que sea basta solo el hecho y lo sucedido para
divertir la ociosidad que es el fin con que he tomado la pluma
BNE