Leer historia y oír a los historiadores (aquellos que no obedecen a intereses políticos miserables) son cosas que pueden servir (aparte de para comprendernos a nosotros mismos y a la sociedad en que vivimos) también para frenar el coronavirus:
«La falacia, la hipocresía, el orgullo […] la destrucción de la inteligencia es una peste mayor que la infección que nos rodea» (Marco Aurelio)