Me pregunto qué habría hecho yo si el alcalde me hubiese dicho, de haber nacido yo sobre 1917, que le explicase los viejos documentos y pergaminos al mismísimo y sanguinario Francisco Franco que vendría de visita a Jerez un 6 de mayo de 1943, victorioso, aupado por una montaña de cadáveres que todavía en 2020 yacen en cunetas y en lugares que, por el momento, aún no conocemos con exactitud. Supongo que le habría dicho a mi alcalde de turno que nanai... y supongo que, como mínimo, me habrían expedientado, multado y, muy probablemente, pasado por un consejo de guerra extraordinario, como hicieron con muchos, directo al expediente de depuración más crudo. (imagen del libro Calles jerezanas, de José A. Cirera)
Afortunadamente, no me he visto en esa situación más que en mi hirviente y temerosa imaginación y, por casualidad, como fruto de la lectura de un recorte de prensa de ABC de 7 de mayo de 1943, donde se cuenta sucintamente cómo Franco visitó el ayuntamiento y una exposición que al efecto se le preparó con la creme de la creme de la documentación histórica municipal.
El director del Archivo Municipal que le explicó a Franco los documentos expuestos en las vitrinas debió ser quizás Manuel Esteve Guerrero (o Adolfo Rodríguez Rivero), que también sería director de la Biblioteca y director del Museo (tres en uno). Veamos:
“Al
terminar, el entusiasmo se desbordó y la muchedumbre prorrumpió
de nuevo en vítores y aclamaciones. El Caudillo tuvo que asomarse al balcón del
Ayuntamiento para corresponder a las aclamaciones del público que se había
congregado en los alrededores. Después se trasladó al antedespacho de la
alcaldía, donde en diversas vitrinas estaban expuestos interesantes documentos
que se conservan en el Archivo Municipal y entre los cuales figuran la renuncia
a la Corona de España por Carlos V, cartas al Ayuntamiento, fundación de la
Feria de Jerez por Felipe III, fundación de Puerto Real por los Reyes
Católicos, relación de cañones que tenía el Regimiento de Artillería de Jerez,
38 privilegios reales concediendo diferentes gracias a Jerez. Libros sobre
noblezas jerezanas, diferentes cartas de reyes y cartas de Isabel la Católica
pagando a Jerez el trigo que llevó a Colón al descubrimiento de América para
comer y sembrar. El archivero municipal explicó al Caudillo todo lo relativo a
dichos documentos y el Generalísimo le felicitó” (ABC de Sevilla, 7 de mayo de 1943)
De haberme visto obligado a meterme en el pellejo de mi antecesor Manuel Esteve Guerrero... yo no me lo habría pasado bien con Carmencita, Pemán, el prior del Carmen, el comandante Arizón, los divisionarios azules, etc., rodeándome por cuatro costados mientras le explicaría a la polina (me refiero al voz de pito) qué cosa es un privilegio real. Probablemente, tras mi temblique de voz y la mirada amedrantadora del alcalde accidental, entonces el sr. Sebastián Carrasco Ruiz, por el titular Andrés Fereán López, me habrían llevado en volandas, cogido de las patillas, por la calle Corredera (perdón, General Franco) camino de no sé qué escampao.
Bendito sea Dios.