El expediente nº
15.036 del Archivo Municipal, perteneciente a la sección de Instrucción
Pública, se titula así: “Escrito de don
José Aguilar López solicitando subvención para ayuda de gastos de un trabajo
del que es autor”. Este breve expediente está encabezado por una solicitud
dirigida al alcalde de Jerez, en 8 de julio de 1939, del periodista José
Aguilar López, a la sazón director del periódico semanal “Jerez Católico”,
donde se lee: “que deseando hacer una
edición del adjunto trabajo patriótico, en el que se recoge fielmente la
iniciación del Glorioso Movimiento en Jerez, con el fin de que fuese repartido
profusamente entre los niños de las escuelas de la ciudad al conmemorarse el 3º
aniversario de tan gloriosa fecha…”.
El título de este
trabajo de contundente pedagogía franquista consta así: “Jerez, firme y poderoso baluarte en el Glorioso Alzamiento Nacional
dignificador de España”, el cual va acompañado de este expedito llamado: “Escolar, hombre jerezano del mañana,
¿quieres conocer la participación que Jerez de nuestros amores tuvo en la
guerra de Reconquista y liberación de la Patria?. Toma y lee”. Consiste,
básicamente, en una descripción, en tono de epopeya, de los hechos acontecidos
en Jerez el día 18 de julio, además de en un continuado insulto a la barbarie roja, los zurdos, las turbas, la gente de la más extraña catadura, los sin Patria, extremistas, bermejos… Las tres páginas del escrito son, también, un
encendido elogio de la actuación militar del comandante Salvador Arizón Mejías,
quien mandó destituir, a la fuerza, al alcalde Antonio Miguel Oliver Villanueva,
quien fue asesinado posteriormente. En Cabildo de 1 de agosto de 1939, al punto
4º, se aprobó un acuerdo por el que se venía a conceder al periodista autor del
panfleto que vamos a comentar 100 pesetas “para
ayudar a los gastos de edición del trabajo del que es autor, relacionado con la
iniciación del Glorioso Movimiento Nacional en nuestra ciudad”.
Ramón Reig García,
en La comunicación en Andalucía:
historia, estructuras y nuevas tecnologías, señala los periódicos
falangistas y conservadores de Jerez en aquella época: Amanecer, Alerta, Jerez
Católico, y otras cabeceras más efímeras como José Antonio y Círculo Doctrinal.
En Azul, órgano de la Falange Española de las
J.O.N.S., Año II, Número 274, 14 de agosto de 1937, momento en que inicia su
colaboración periodística con ese título, escribe gozoso José Aguilar López: “La suscripción iniciada para regalar una
medalla simbólica conmemorativa del 18 de julio al Comandante Militar de esta
plaza, Marqués de Casa Arizón, engrosa considerablemente”. La Cordobapedia nos dice de José Aguilar López: “Periodista nacido en Córdoba en 1895.
Redactor de El Defensor de Córdoba dirigió también el semanario
conservador La Defensa. Durante las II
República dirige el periódico lucentino Ideal y
durante la Guerra Civil el semanario Jerez Católico”.
Una conferencia,
de primeros de febrero de 1940, de Juan Luis Morales González, Jefe de los
Servicios Provinciales de Higiene Infantil de Sevilla y director de la Escuela
Provincial de Puericultura de Sevilla, da a conocer el escalofriante dato –que
no he contrastado– de 700 niños diarios que “mueren en España por ignorancia y
miseria” (véase ABC de Sevilla de 6/2/1940). El contexto pedagógico
antirrepublicano de la segunda mitad del 36 era vehementemente belicista. Esto
puede comprobarse en el discurso del onubense Manuel Siurot, pedagogo, recogido
en ABC de 23 de septiembre de 1936 donde critica con dureza la política escolar
republicana en Huelva y explica lo que han de hacer los maestros para el nuevo
régimen: “…este mágico escultor de niños
mandará que la escultura de carne y de espíritu eche de su boca el verbo bueno
y la palabra de amor, de luz, de Patria y de Dios, peleará con la palabra del
odio y del delito, romperá la cabeza de la sierpe venenosa y los hombres de
bien volarán en los trimotores luminosos del verdadero progreso hacia una
España grande y triunfal”. Manuel Siurot también participaría activamente
en un acto de la Asociación Nacional de Maestros españoles en la Universidad de
Sevilla, junto al cardenal Ilundain, en 17 de abril de 1937, donde el cardenal
acabaría rematando: “La labor del maestro
no es solo la de instruir, sino la de hacer que en el alma del niño se estampe
la imagen de Nuestro Señor Jesucristo, cumpliendo así el profesor con la
delegación que le confieren los padres, la Iglesia y la Patria”.
En España, donde
el golpe militar y la guerra hacían estragos, se producía una situación social
más que cruda para mujeres y niños. El régimen de Franco lo sabía muy bien y
creó, de la mano de la falangista Mercedes Sanz e inspirándose en el Auxilio de invierno nazi, en octubre de
1936, el llamado Auxilio Social. Por su parte, José M. Mota, rector del
Magisterio Nacional en el distrito universitario de Sevilla, publicaba en ABC
de Sevilla de 24 de junio de 1937 estas clarísimas palabras: “El sábado 17 de julio, para conmemorar el
fausto suceso de la iniciación de la contrarrevolución que nos redime, debe
organizarse en cada escuela, o en varias reunidas, un acto solemne, que
presidirá el retrato del jefe del Estado y la bandera nacional, pronunciándose
una oración breve y sencilla al alcance de las inteligencias infantiles, en la
que se enaltecerá el concepto de Patria, el amor que como Madre se le debe,
citando algún ejemplo heroico que sensibilice el corazón del niño”.
Todo estaba
dispuesto, en definitiva, para un fuerte adoctrinamiento de la población
infantil y juvenil, y a este propósito respondía cabalmente el folleto
propagandístico que venimos comentando y que se conserva en el expediente
15.036 del Archivo Municipal de Jerez. Volvamos a él tras haber descrito el
contexto en donde hay que situarlo y comprenderlo.
En él se nos
dice en primer lugar que “grupos de
exaltados” recorrieron en la tarde del 18 de julio las calles del centro
para cerrar los comercios, que las sociedades obreras y las autoridades
republicanas se reunían y tomaban decisiones, hablándose de una huelga general,
que se habían practicado “detenciones de
fascistas y realizándose multitud de registros en domicilios de personas de
derechas”, etc. A la una de la madrugada parece que se había acordado
defender con las armas el Consistorio, pero “bastó la sola presencia de los guardias de Seguridad, que dieron una
carga dentro del local, poniendo en precipitada y vergonzosa huida a los
bermejos”, dice el tendencioso escrito dirigido a los niños de Jerez. El
comandante Arizón toma algunos edificios públicos y se produce la suelta de los
falangistas que se hallaban detenidos. A continuación, siguiendo el panfleto de
José Aguilar López, se produce la toma de la Casa del Pueblo. Luego: “unos cuantos disparos sueltos y ya
transcurrió el resto de la noche sin otra novedad”. Después: “impedir la filtración de los pueblos
serreños, que amenazaban con una marcha sobre esta población. Más tarde,
detenciones y labor de limpieza, de terapéutica y asepsia”. En la última
página del díptico: “La ciudad debe por ello
profunda gratitud a su ilustre Comandate Militar señor Marqués de Casa Arizón,
que con visión tan certera y contundente y dando el pecho en todo momento…”.
Todo esto se
narraba a los niños de Jerez para que se hicieran una idea sucinta de lo
ocurrido en la guerra y en la represión, es decir, en aquellos tres primeros
años del Glorioso Alzamiento Nacional.
José María Pemán, alto responsable de educación del régimen militar de Burgos,
había dicho sin ambages: “La atención que merecen los problemas
de enseñanza, tan vitales para el progreso de los pueblos, quedaría
esterilizada si previamente no se efectuase una labor depuradora en el personal
que tiene a su cargo una misión tan importante como la pedagógica”. Palabras que generarían
inmediatamente no solo la depuración y la muerte de muchos maestros y maestras,
sino la completa ideologización de la infancia y la juventud de Jerez, las
cuales serían barnizadas con agresivos panfletos como el que se conserva,
original, en el Archivo Municipal y que aquí hemos comentado.
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Fotografía 1: El general Queipo de LLano en los comedores de Auxilio Social (Sevilla, 1937)
Fotografía 2: Niños republicanos (Walter Rosenblum)