¿Cuántas veces la casposa derechona ha repetido que la memoria histórica y democrática no es más que una manipulación de la Historia?, ¿cuántas veces los añorantes del régimen franquista no han repetido que "la Historia no puede cambiarse"?, ¿cuantísimas veces no hemos oído que promover la dignidad democrática, que en este país debería estar fundamentada en las víctimas del franquismo, no es sino "sembrar el odio y la división"?. Pues bien, estos mismos defensores de la objetividad de la Historia y de la "reconciliación de los bandos" son, qué casualidad, los que más disfrutan de actos como la Fiesta Nacional del 12 de octubre. Esta coincidencia bien merece una pequeña reflexión.
Porque es pura mentira la palabrería de las instituciones y del jefe de estado de que la Fiesta Nacional del 12 de octubre se hace para establecer lazos de amistad con Latinoamérica basados en la gesta de Cristóbal Colón en 1492. Claramente, es mentira porque, curiosamente, el protagonista de esta "Fiesta" es el ejército español, que exhibe su fuerza armada bruta para intentar evocar en el corazón de la ciudadanía sentimientos de adhesión ciega hacia las glorias del imperio español de antaño. Sentimientos de amistad, paz y concordia pocos...
Porque es pura mentira la palabrería de las instituciones y del jefe de estado de que la Fiesta Nacional del 12 de octubre se hace para establecer lazos de amistad con Latinoamérica basados en la gesta de Cristóbal Colón en 1492. Claramente, es mentira porque, curiosamente, el protagonista de esta "Fiesta" es el ejército español, que exhibe su fuerza armada bruta para intentar evocar en el corazón de la ciudadanía sentimientos de adhesión ciega hacia las glorias del imperio español de antaño. Sentimientos de amistad, paz y concordia pocos...
Este chusco abuso de los recuerdos históricos de la colectividad tiene, no hay que ser muy listo para darse cuenta de ello, otros objetivos menos culturales, menos historiográficos, menos científicos... tiene otros objetivos políticos, claro.
Efectivamente, la intencionalidad gubernamental respecto a esta "Fiesta Nacional", en la que Franco se volcó, tiene hoy un importante nuevo matiz que está tempranamente reflejado en el decreto de Felipe González, de 1987 sobre la "Fiesta Nacional": la palabra "proyección", palabra que refleja la opción gubernamental belicista por estar, junto a la OTAN, en tantos y tantos frentes de combate y flotas de guerra como la de EE.UU. Por eso el ejército ocupa, una y otra vez, el protagonismo en la "Fiesta Nacional". El mensaje es claro: la gloria imperial de Felipe II y cierra España sigue existiendo, hay que fomentarla y hay que reconocérsela a sus invictas (es un decir) fuerzas armadas, a los históricos tercios de Flandes....
Efectivamente, la intencionalidad gubernamental respecto a esta "Fiesta Nacional", en la que Franco se volcó, tiene hoy un importante nuevo matiz que está tempranamente reflejado en el decreto de Felipe González, de 1987 sobre la "Fiesta Nacional": la palabra "proyección", palabra que refleja la opción gubernamental belicista por estar, junto a la OTAN, en tantos y tantos frentes de combate y flotas de guerra como la de EE.UU. Por eso el ejército ocupa, una y otra vez, el protagonismo en la "Fiesta Nacional". El mensaje es claro: la gloria imperial de Felipe II y cierra España sigue existiendo, hay que fomentarla y hay que reconocérsela a sus invictas (es un decir) fuerzas armadas, a los históricos tercios de Flandes....
¿Cuándo terminará este ridículo y peligroso anacronismo del 12 de octubre y de la toma de Granada que no fomentan para nada la Paz entre los pueblos sino los recuerdos bélicos y los ideales de conquista y dominio de unas naciones sobre otras?.
El decreto de Franco:
