domingo, 15 de julio de 2018

El uso ideológico, tradicional-catolicista, de la historia de Jerez en 1886.

La manipulación descarada de la historia es un hecho histórico en sí mismo, es decir, siempre los poderosos intentaron manipular la historia con fines políticos y religiosos. Esto es sencillo de comprender si, por poner un ejemplo cercano en el tiempo, recordamos cómo el franquismo estableció falsamente un nexo de unión histórico-simbólico entre los Reyes Católicos y el golpe militar de 18 de julio de 1936... el pendón de Jerez exhibido en el Desfile de la Victoria de 19 de mayo de 1939 en Madrid, para aquel que quiera entender con sencillez, no deja lugar a dudas acerca de esa repetitiva manipulación con la que la historia, o la memoria histórica, o la simbología histórica, etc.,  ha sido y es tratada por distintos sectores sociales en distintos momentos. La historia, la actividad historiográfica, como otros fenómenos culturales, ha sido objeto de manipulación siempre.


En Jerez, cuando las ideas revolucionarias se extendían entre proletarios y campesinos allá sobre 1868 en adelante, los sectores más acartonados y tradicionalistas de la ciudad, empujando al ruedo a la beligerante Iglesia Católica, reaccionaron echando mano de una mezcla de historia tradicionalista y religión ultraortodoxa, la cual mezcla vino a fraguar en la nueva Revista (semanal) de Tradiciones Jerezanas. Nacía al amparo del también nuevo Círculo Católico de Obreros Jerezanos dirigido por Tomás Fernández.... en definitiva, un intento de frenar, de construir una muralla ideológica de contención, el avance de las doctrinas socialistas y anarquistas que, desde la Gloriosa en adelante, se extendieron ampliamente por los campos y por la ciudad de Jerez. 

Cierto anticlericalismo liberal sumado al anticlericalismo que sostenían las distintas corrientes del movimiento obrero era demasiado reto para la Iglesia Católica. Recordemos pues un párrafo, tan meridianamente claro, como este, en el que se explica el ningún crédito de la iglesia católica ante las autoridades portuenses de 1868:


[Bernardo Rguez. Caparrini: "El colegio de San Luis Gonzaga de la Compañía de Jesús de El Puerto de Santa María (Cádiz): un recorrido histórico-literario (1864-1924)"]

La acción de la Iglesia Católica para frenar ciertos efectos ideológicos y políticos del liberalismo y de los socialismos fue mucho más compleja, efectivamente. Contó con acciones muy diversas como, por citar una bien conocida en este rincón del sur, la construcción de un impresionante colegio de jesuitas (terminado en 1895) en El Puerto de Santa María. Pero en Jerez, como decíamos, nace en octubre de 1886 la revista Tradiciones Jerezanas (los resaltados y subrayados son nuestros) con intenciones ideológicas clarísimas respecto a las "tradiciones históricas": divulgar la doctrina social de la Iglesia, a través de variopintas heroicidades históricas, para ayudar a impedir el desarrollo del anarquismo y el socialismo en la región del vino:


Acerca del historiador jerezano Andrés Hidalgo Ortega y de su colaboración en la revista Tradiciones Jerezanas ya el alcalde franquista Tomás García Figueras escribió unas esclarecedoras páginas (207-214) en su trabajo Un siglo de historias e historiadores de Jerez de la Frontera, 1863-1972, T. I: El siglo XIX (CEHJ, Jerez, 1974), en donde dice: "Es asimismo importante el Círculo Católico de Obreros Jerezanos, ya que en los finales del XIX y ante el desarrollo de las organizaciones proletarias de carácter marxista o anarquista, nace la atención hacia la enseñanza obrera católica, dentro del cuadro general de los movimientos sociales del siglo XIX de una preocupación primaria de la cultura del pueblo".

A. Góngora, en 1900, dice: "123. TRADICIONES JEREZANAS. Revista Semanal. Octubre de 1886. Imp. de M. García Ruis, Gravina 2. 16 p. 4. Emprendió esta publicación el Círculo de Obreros Católicos jerezanos, estando suscrito el Prospecto por el Presidente D . Tomás Fernández. Fué su administrador, durante algún tiempo, D. Francisco A. Gutiérrez. El periódico, en realidad, lo constituía la cubierta, donde generalmente se trataba de las fiestas religiosas de la localidad, de asuntos de interés, y de efemérides jerezanas. Los pliegos, que contiene, son de trabajos históricos, referentes á esta ciudad, unos inéditos y otros que, por su rareza, son de difícil adquisición. Lleva publicadas obras de Rallón, Mesa Xinete, Gutiérrez, Trillo y Morla. Sale á luz con bastantes interrupciones, habiendo perdido el carácter de revista, por carecer la cubierta de los datos indicados".

(en José Cebrián García: Desde el siglo ilustrado: periodismo y crítica en el siglo XVIII, ed. Universidad de Sevilla, Sevilla, 2003, p. 62)