(intervención en las III jornadas de memoria democrática de Jerez, 11/04/2018)
1ª.-El marco general de la
Transición: una losa sobre el conocimiento de lo sucedido, una losa sobre los
valores de reparación, verdad y justicia (recordemos el caso Garzón).
2ª.-Por ahora no han aparecido
testigos directos que indiquen con total fehaciencia en qué lugar exacto fueron
enterrados los fusilados.
3ª.-El cementerio antiguo de
Jerez, el de Santo Domingo, fue traslado sobre 1964 al nuevo de la Merced… No se sabe dónde están los restos mortales de las personas asesinadas por los golpistas (que podrían acercarse al número de 500).
4ª.-Ninguna autoridad nunca hizo
nada por levantar el silencio, es decir, ni las instituciones, ni la
universidad, ni nadie, se puso a investigar qué sucedió.
5ª.-Ha existido un profundo miedo
y una, igualmente, profunda ignorancia de lo sucedido en la población a lo largo
de los años.
6ª.-Sabiendo que fueron las
bodegas y los señoritos de Jerez quienes financiaron el golpe y se presentaron
en el cuartel de Tempul, ¿quién iba a aquí a promover la memoria histórica?.
7ª.-Existe un retraso en la
edición on line de fuentes documentales: archivo municipal y biblioteca
municipal.
8ª.-Particularmente la
universidad no ha querido interesarse por este asunto hasta no hace mucho.
9ª.-El Ayuntamiento de Jerez se
sigue mostrando lento en la retirada de simbología franquista de las calles,
incluso aún cuando está en vigor la ley de memoria democrática de Andalucía.
10ª.-El episodio del busto de
Pemán muestra que en Jerez hay una población presa de imágenes nostálgicas de
orden, seguridad y autoritarismo que sigue anclada en referentes nada
democráticos.
y 11ª.-El movimiento memorialista
no es fuerte en Jerez y no lo ha sido nunca, solamente ahora con el nacimiento
de la Plataforma de Memoria Democrática (diciembre de 2014)
y de la Asociación de Familiares de Víctimas ha adquirido fuerza.