Me siento en las antípodas de las manidas palabras del líder del PP, Pablo Casado, el afamado alumno del máster de la universidad rey Juan Carlos I, cuando ha dicho, literalmente, lo siguiente:
Esta interpretación simplista, ridículamente chauvinista y tan politizada de la historia de España conducente a la sagrada unidad de la patria recuerda demasiado, pero demasiado, a lo que nos contaron en las escuelas franquistas y que el general Franco supuestamente encarnaba: un destino universal de nuestra historia, como si Dios nos hubiera elegido a nosotros para ser la luz del mundo y azote del paganismo.
Da vergüenza ajena que para ganar un puñado de votos se intente pelotear, con tan poco estilo, a los andaluces con hechos históricos de hace cinco siglos atrás. Esta grosera manipulación de la historia con fines electorales, políticos, se ha dado siempre y se sigue dando, como puede comprobarse, sin el más mínimo de los tapujos. Quizás quienes se dedican a eso [con un desparpajo adolescente que causa sonrojo] piensan que los andaluces seguimos viviendo en un pasado eterno y mohosamente teatral, al modo de los mórbidos espectáculos de la Santa Inquisición. Se equivocan.
Da vergüenza ajena que para ganar un puñado de votos se intente pelotear, con tan poco estilo, a los andaluces con hechos históricos de hace cinco siglos atrás. Esta grosera manipulación de la historia con fines electorales, políticos, se ha dado siempre y se sigue dando, como puede comprobarse, sin el más mínimo de los tapujos. Quizás quienes se dedican a eso [con un desparpajo adolescente que causa sonrojo] piensan que los andaluces seguimos viviendo en un pasado eterno y mohosamente teatral, al modo de los mórbidos espectáculos de la Santa Inquisición. Se equivocan.
Hace ya muchos años, en 1971, casi 50 años atrás, publicó María Luisa Vázquez de Parga de Nájera (que supongo que es la misma persona que se biografía en: http://www.man.es/man/museo/historia/personal/personal-tecnico/Vazquez-MLuisa.html) una transcripción de un documento, que se conserva en el Archivo Municipal de Jerez, que se refiere al abastecimiento de trigo, por parte de proveedores jerezanos, para el segundo viaje de Cristóbal Colón a Indias, partiendo desde el puerto de Cádiz, en septiembre de 1493:
Este documento inserto en las actas capitulares (pero ahora conservado en la sección Archivo Histórico Reservado), de sobra conocido y glosado por distintos historiadores, fechado en 12 de julio de 1503 y firmado por la reina Isabel I de Castilla, está encabezado por:
Es decir, se trata de un abasto de 60,5 cahices de trigo, por valor de 79.860 marevedíes, hecho por varios jerezanos una década antes de la fecha del documento real. 60,5 cahices de trigo que serían unos 30.000 kilos de trigo aproximadamente, es decir un kilo de trigo aproximadamente a 2,50 maravedíes. No son muchos kilos si se tiene en cuenta que esta expedición pudieron ir más de 1.000 personas y 17 naves. Y además, en el documento se lee, al inicio del fº 2, que ya otros vecinos de Jerez habían prestado y recibido dinero por aporte de trigo para lo mismo. O sea, fueron más de 30.000 kilos de trigo los que salieron de Jerez para abastecer esta flota del almirante Colón. Llama mucho la atención un retraso de nada menos que diez años por parte de la reina en pagar a los jerezanos que aún no habían cobrado:
Este Pedro Camacho de Villavicencio (el jerezano más rico de su tiempo según el historiador E. Ruiz Pilares: http://revistas.ucm.es/index.php/ELEM/article/view/38912) había cobrado ya 6,5 cahices de trigo que prestó, de los que no aparecen recogidos en esta contabilidad positiva del documento de 1503 de Isabel I (es decir, parece que en total el tal Pedro había "prestado" 10 cahices de trigo y que ahora se le abonan 3,5).
Hay muchas noticias curiosas (como las que da la escritora Isabel García-Pérez) entre los cronistas locales de la historia de Jerez acerca de nuestros vínculos con Cristóbal Colón y la conquista del continente americano, y uno de ellos es, al parecer, la portentosa "gloria" de haber sido un jerezano quien, en nombre del mismísimo Dios, se apropiara de aquellas paganas tierras ("tomó posesión por Jesucristo de aquel nuevo mundo" dice el texto reseñado por el historiador González Fariñas):
En fin, el caso es que reproduzco aquí, por si le viene bien a Pablo Casado en otro mítin político-historiográfico en que, por ejemplo, abogue por la restauración de la Fiesta de la Raza, unos recortes de prensa antiguos que en tono epopéyico imperial hablan del parentesco de la gesta de Colón con la ciudad de Jerez, un tema curioso sobre el que ya volveré.
Este Pedro Camacho de Villavicencio (el jerezano más rico de su tiempo según el historiador E. Ruiz Pilares: http://revistas.ucm.es/index.php/ELEM/article/view/38912) había cobrado ya 6,5 cahices de trigo que prestó, de los que no aparecen recogidos en esta contabilidad positiva del documento de 1503 de Isabel I (es decir, parece que en total el tal Pedro había "prestado" 10 cahices de trigo y que ahora se le abonan 3,5).
Hay muchas noticias curiosas (como las que da la escritora Isabel García-Pérez) entre los cronistas locales de la historia de Jerez acerca de nuestros vínculos con Cristóbal Colón y la conquista del continente americano, y uno de ellos es, al parecer, la portentosa "gloria" de haber sido un jerezano quien, en nombre del mismísimo Dios, se apropiara de aquellas paganas tierras ("tomó posesión por Jesucristo de aquel nuevo mundo" dice el texto reseñado por el historiador González Fariñas):
En fin, el caso es que reproduzco aquí, por si le viene bien a Pablo Casado en otro mítin político-historiográfico en que, por ejemplo, abogue por la restauración de la Fiesta de la Raza, unos recortes de prensa antiguos que en tono epopéyico imperial hablan del parentesco de la gesta de Colón con la ciudad de Jerez, un tema curioso sobre el que ya volveré.
Un artículo del archivero municipal Adolfo Rodríguez Rivero: