sábado, 11 de enero de 2020

Las anécdotas sobre Jerez del Diario de Trillo (III)


La semana anterior, la primera del 2020, continuábamos adelante con la puesta en valor de este librito clásico de la historia de Jerez que se conoce bajo el título de Diario de Trillo. Nuestra intención es ofrecer al lector solo un acercamiento a esta curiosa obrita acerca de algunos sucesos notables de nuestro pasado, de nuestra historia dieciochesca y decimonónica, una obrita escrita por un miembro de la Santa Inquisición al que llamaban “Trillo el de los palos”, probablemente por su celo policial-clerical.

Al principio del manuscrito original, nº 12 de la Biblioteca Municipal de Jerez, leemos: “Don Pedro Rafael Sorela hizo donación de este curioso MS. a la Sociedad de Amigos del País de Jerez de la Frontera”. Sabemos también que este Juan Trillo Borbón es autor de otro diario parecido, fechado en 1818 y con el título de “Papeles varios”. La descripción hecha por los bibliotecarios dice: “Contiene: Apuntes curiosos de los días y años de varios nacimientos de santos, de algunos emperadores, reyes, y otras personas Iltres. en santidad, letras, armas y dignidades eclesiásticas y seculares”. En dicha ficha de la Biblioteca Mpal. aparece una notita manuscrita de Miguel Muñoz que dice: “Lo compré en la feria de los lunes por 4 rs., Jerez, 1883”.

El Diario de Trillo fue publicado al menos dos veces. La primera en Jerez, por la Revista Tradiciones Jerezanas, en la imprenta de Melchor García Ruiz, con 166 páginas. Y creemos que la segunda en 1918, quizás como folletón en el Diario de Jerez, con 172 páginas al encuadernarlo (ejemplar que yo no he visto y solo conozco de referencias).

De la posición conservadora y carácter inquisitorial de Trillo, a quien en la época se le apodó como “Trillo el de los palos”, conocemos un, también, curioso pasaje, datado en 1785, que aparece en el Diario de Riquelme (otro diarista del que ya hablaremos aquí): “Riñeron hasta venir a las manos Don Joaquín Bernad y Vargas, veinticuatro perpetuo y Don Manuel Antonio Vilches; sobre si las tareas para la Sociedad Económica deberían ser censuradas antes por la Iglesia; y sosteniendo Vilches que él era el único censor por el Rey, intermedió Don Juan de Trillo y Borbón con humos de Alguacil Mayor y salió bien apaleado por ambas partes, diciéndole Vilches: toma, pícaro monigote. Con lo que se fueron los dos amigos a su casa; y a las oraciones los mandó buscar el Sr. Corregidor para prenderlos, por la intercesión del Marqués de Villa-Panés quedaron libres; habiéndose probado que no injuriaron de palabra a la Inquisición como Trillo decía; con lo que se guardó sus palos el Sr. Alguacil Mayor. Pero se perdió la partida en lo tocante a la censura, por haber asegurado el Marqués de Villa-Panés que nada se haría sin asistencia de los Eclesiásticos y Párrocos”.

Elijamos algunas noticias más de su Diario:

DIARIO DE TRILLO.-

1779-11-08, Se hizo la procesión de Misión, abriéndose esta por primera vez por el H. P. Fr. Diego de Cádiz, religioso capuchino, y se finalizó el sábado 18 de dicho mes, habiendo todo este tiempo todos los días sermón en la plaza del Arenal, en uno de los balcones de la Alhóndiga: salió la procesión de Penitencia de San Dionisio y vino a concluir al Carmen. Desde entonces quedó entablada la Congregación del Pecado Mortal, y el sermón de misión que todos los domingos terceros de cada mes se predica en la referida plaza y balcón, y cantan en los Rosarios el Santo Dios, Santo fuerte, etc.

1780-01-15, Le dieron garrote vil en el suelo y después fueron arrojados a las llamas de una hoguera a Juan Alonso, el tabernero, a Francisco Dorado y a Francisco Trabajos, por haber cometido el pecado nefando, cuyo castigo se ejecutó en la plaza de Escribanos, por la mucha agua que llovió, y después de dado garrote al dicho Trabajos, estando puesto en el carro volvió a resucitar y fue puesto otra vez en el suplicio y les dieron segunda vez garrote, lo que finalizado, fueron puestos en el dicho carro y conducidos junto al Pozo del Rey, en un llano donde habla una grande hoguera encendida y fueron arrojados, en cuyo sitio estaba señalado el día antes para darle el garrote, pero por la mucha agua que llovió el día tercero, fue ejecutado en el día cuatro, en la referida plaza, habiendo estado por este acaso cuatro días en capilla, que por ser cosa particular y poco vista, ni usada con los ajusticiados, se anota.

1780-06-18, Salió la primera expedición de la bahía de Cádiz, bajo el mando del Excmo. Sr. D. Luis de Córdova, y el día 24 de Agosto de dicho ano entraron triunfantes en dicha bahía con un convoy inglés apresado, el cual se componía de más de 100 velas entre grandes y chicas. Posteriormente durante esta guerra han salido tantas y tan repetidas expediciones para diferentes partes, que no teniéndose ya por cosa particular, no se apuntan.

1781-07-28, Se bautizaron en la parroquia del Sr. San Dionisio a tres indios idólatras convertidos a nuestra santa fe. Les fue administrado el Santo Sacramento estando en pie sobre un tablado elevado por mano del Sr. Dr. don Manuel María Pérez, Vicario eclesiástico en esta ciudad… Hubo una gran función en que celebró el dicho Sr. Vicario, y predicó el P. Predicador Fr. Andrés Ruiz, del orden de Santo Domingo: durante la función estuvieron todas las parroquias e iglesias tocando a rogativas. Pero incontinenti fueron bautizados, se anunció al pueblo un repique general. Después se formó una procesión en la que iban vestidos de blanco, la cual fue a la iglesia de la Caridad, donde por el camino cada padrino se esmeró tanto en el dinero que iban tirando, como en las comidas que dieron.
1782-03-12, Se sacó en procesión general por falta de agua a nuestra segunda Patrona la Virgen de Consolación, con asistencia de los dos Cabildos y de todas las Comunidades, Cruces, Clero, etc. Fue la procesión por la puerta de Sevilla, Tornería, Plaza de Plateros, calle de la Caridad, Arenal, Lancería y Larga.

1783-11-23, Víspera de San Andrés, ahorcaron a Domingo Marvio, por haber muerto al montañés de la tienda de los Palos, en el Arroyo.

1784-05-26, A las cinco de la mañana fue cuando salieron las monjas de Gracia, y formando una procesión, guiadas por una que delante iba con un Crucifijo, se fueron a refugiar a la iglesia mayor, y con acuerdo del juez eclesiástico y real, fueron depositadas en el convento de San Agustín, hasta que el año y medio fueron restituidas a su convento y sujetas al ordinario, saliendo del dominio de los religiosos de S. Agustín.

1784-08-11, Le dieron garrote a Luciano Guzmán, por haber muerto al aperador dela calle de Campana, y a un gitano dentro de la misma cárcel.

1785-03-28, Cuarto lunes de cuaresma, se comenzó el arrecife nuevo que va de esta ciudad para la de Sevilla, y da principio junto al convento de los Padres Capuchinos. Se comenzó con más de dos mil trabajadores, todos hijos de esta ciudad, dispuestos en varias cuadrillas.


1785-07-30, Se dio principio a las primeras corridas de toros, de las ciento que están concedidas a esta ciudad, por el discurso do setenta años, para ayuda de las composiciones de caminos, haciéndose diez corridas cada año, y estas primeras diez corridas fueron hechas en la plaza del Arenal, y las treinta restantes en el Egido, en una hermosa plaza de madera, que para este fin se concluyó.

1787-04-05, Se recibió de Corregidor en la ciudad, tomando posesión de su empleo el Sr. D. José  de Eguiluz.

1787-05-27, Primero día de Pascua de Espíritu Santo, a las siete de la tarde, se estrenó el templo famoso de San Francisco, colocándose en el año a Su Majestad Sacramentado, antecediendo antes una solemne procesión…

1788-09-10, Se comenzó la Alameda del Alcázar, y el arrecife o camino que va hasta la Alcubilla, por orden de D. José Eguiluz, Corregidor de esta ciudad y Director de caminos por el Supremo Consejo.

1788-12-18, Se recibió en esta ciudad por una posta que pasó para la de Cádiz, la primera noticia de haber muerto en Madrid el sábado anterior día 13 entre once y media y doce de la noche nuestro Católico Monarca D. Carlos III (q.s.g.g.)…

1789-05-14, Fueron las lucidísimas funciones de jura de Ntro. Rey D. Carlos IV en el Puerto de Santa María, por lo que habiéndolas visto con todo cuidado, y observado todo lo particular que había, hice una descripción de ella, la que conservo entre los papeles curiosos que tengo en mi carpeta.


Cristóbal Orellana González (archivero municipal de Jerez)