* Dentro de la “Asociación Jerez Recuerda” participé como investigador en la publicación, como consta en nota a pie de página relativa a los créditos del trabajo, en el artículo “Las cifras de la represión en Jerez de la Frontera tras el golpe de estado militar de 1936: una aproximación”, en Revista de Historia de Jerez, nº 13 (2007).
Este trabajo (localizable en: http://lascifrasdelarepresionenjerez.blogspot.com.es/) fue complementado posteriormente, citando amplia documentación, rectificando datos y aportando otros nuevos, en:
*Coautor, junto a J. García Cabrera, de “La represión franquista en Jerez de la
Frontera: censo de las víctimas y fuentes documentales para su identificación”
, en C. Orellana y J. García (Coords.): Memoria histórica y represión franquista
en la provincia de Cádiz, Ed.: Excma. Diputación de Cádiz, Cádiz,
2010, 345pp.
Este último, el más actualizado trabajo -hasta el momento- sobre la cuestión, puede consultarse en este mismo blog, en:
Los capítulos sin cerrar de la Historia
Los investigadores José García y Cristóbal Orellana coordinan una obra sobre la represión franquista en la provincia, en la que se incluye además un artículo con el censo de víctimas en Jerez y sus fuentes
A. C. / JEREZ | ACTUALIZADO 04.05.2011 - 05:00
"Escribo esta carta hoy con la certeza de que han de matarme aunque yo no he cometido otro delito que el de estar afiliado al Ateneo Cultural 'Estudios' y haberme acusado un individuo de que yo tengo ideas contrarias...". El joven anarquista José Alvarado Márquez firmó esta misiva el 20 de noviembre de 1936 desde de la cárcel del Partido de Jerez a su familia, poco antes de que fuera asesinado a los 26 años, víctima de la represión franquista en la ciudad. Su nombre se incluye en el trabajo elaborado por los investigadores José García Cabrera y Cristóbal Orellana González llamado 'La represión franquista en Jerez de la Frontera: censo de las víctimas y fuentes documentales para su identificación'. Un artículo que forma parte del libro coordinado también por ambos y editado por Diputación, 'Memoria histórica y represión franquista en la provincia de Cádiz', en el que han colaborado autores de la talla de Francisco Espinosa Maestre, Diego Caro Cancela y Magdalena González, entre otros, que se presentará próximamente.
Un artículo que viene "de lejos porque hace un par de años decidimos enfrascarnos en un estudio riguroso acerca de la memoria histórica. Lo que hemos pretendido con este estudio es meticulosidad, es decir, nombre a nombre y documento a documento", explica Orellana, que asegura que "algunos nombres de personas asesinadas se conocían, pero no se habían publicado los documentos que lo atestiguan. Y ésta es una de las aportaciones que nosotros ponemos sobre la mesa, algo que las asociaciones de memoria histórica no han hecho. Hemos cubierto lagunas".
Entre las fuentes documentales a las que ambos investigadores recurrieron para la elaboración de este trabajo están las actas de defunción del Registro Civil y el Censo de Huérfanos y de la Revolución de 1941. "Hemos repasado las fuentes documentales una a una. Las hemos puesto sobre la mesa y las hemos cruzado. Es decir, cada persona ha sido localizada en cada una de las fuentes o no, porque lo mismo no aparecían". Ejemplos: Francisco Abollado Ascó, escribiente, calle Guadalete, 10. Fue asesinado con 32 años el 27 de octubre de 1932. Juan Barro Gil, plaza Becerra, 3. 19 años, soltero, asesinado el 5 de septiembre de 1936. Y como ellos, cerca de 400 más entre jerezanos, como los miembros de la corporación municipal de la época, y vecinos de otras localidades de la provincia. "Ejecutados al alba en la plaza de toros, o en el Teatro Eslava, bajo una aparente legalidad: o ir a una casa, llevarse a la persona en cuestión y darle muerte en la carretera de Trebujena. Aplicar el bando de guerra: aquí te pillo, aquí te mato, o provocar el fallecimiento por desatención médica en la cárcel...", relata Cristóbal, que recurre al libro de José María Castaño, 'Manuel Soto, 'Sordera de Jerez'. La elegancia del duende', en el que el cantaor cuenta en una entrevista cómo fue testigo de estas matanzas.
Otra fuente documental ha sido el cuaderno de José Sánchez. Un carpintero de la ciudad que iba apuntando en su libreta los nombres de las personas asesinadas que iba escuchando en la calle allá por el 38. Apuntó 131 y su hijo lo donó al Archivo Municipal.
José García asegura que ha sido "muy emotivo hacer este trabajo, sobre todo, cuando lees documentos como la carta que abre nuestro artículo, la de José Alvarado, que fue conservada por la sobrina nieta del asesinado, y a quien agradecemos que nos haya permitido reproducir la misiva, así como la foto del protagonista". "Nuestro objetivo no es hacer de este libro un elemento político, aunque lo hay, se trata de dar conocimiento ante el desconocimiento. Creemos que las personas que tienen familiares enterrados en fosas comunes tienen derecho a que esos restos sean sepultados en un lugar digno. Mientras esto no ocurra... ¿se cerrará el capítulo de la memoria histórica o no? Este tipo de crímenes son imprescriptibles. Yo me pregunto por el tipo de personas que organizaron este baño de sangre. Habría que hacerles un estudio aparte", concluye Orellana.
Otros artículos del libro hacen referencia, por ejemplo, a 'La lucha por la memoria democrática' de Francisco Espinosa, en referencia a las personas que promueven la recuperación de la memoria histórica, "que es una batalla perdida desde el punto de vista legal". O el trabajo de Diego Caro Cancela sobre 'La aplicación de la Ley de responsabilidades políticas en Jerez' y el resultado que tuvo en la ciudad. O la labor de Luis Caro Romero sobre 'Trebujena 1936: Golpe de estado y represión'. "Un auténtico trabajo de campo". Y el análisis de la represión a través de la Teodoro Miciano de manos de los autores Fernando Romero Romero y Ángel Blázquez Sánchez.
Todas estas investigaciones forman parte del proyecto andaluz 'Todos los Nombres' (www.todos-losnombres.org), una base de datos general sobre la represión que incluía no sólo asesinados, sino depurados, incautados, vigilados, etcétera.
Los investigadores José García y Cristóbal Orellana coordinan una obra sobre la represión franquista en la provincia, en la que se incluye además un artículo con el censo de víctimas en Jerez y sus fuentes
A. C. / JEREZ | ACTUALIZADO 04.05.2011 - 05:00
"Escribo esta carta hoy con la certeza de que han de matarme aunque yo no he cometido otro delito que el de estar afiliado al Ateneo Cultural 'Estudios' y haberme acusado un individuo de que yo tengo ideas contrarias...". El joven anarquista José Alvarado Márquez firmó esta misiva el 20 de noviembre de 1936 desde de la cárcel del Partido de Jerez a su familia, poco antes de que fuera asesinado a los 26 años, víctima de la represión franquista en la ciudad. Su nombre se incluye en el trabajo elaborado por los investigadores José García Cabrera y Cristóbal Orellana González llamado 'La represión franquista en Jerez de la Frontera: censo de las víctimas y fuentes documentales para su identificación'. Un artículo que forma parte del libro coordinado también por ambos y editado por Diputación, 'Memoria histórica y represión franquista en la provincia de Cádiz', en el que han colaborado autores de la talla de Francisco Espinosa Maestre, Diego Caro Cancela y Magdalena González, entre otros, que se presentará próximamente.
Un artículo que viene "de lejos porque hace un par de años decidimos enfrascarnos en un estudio riguroso acerca de la memoria histórica. Lo que hemos pretendido con este estudio es meticulosidad, es decir, nombre a nombre y documento a documento", explica Orellana, que asegura que "algunos nombres de personas asesinadas se conocían, pero no se habían publicado los documentos que lo atestiguan. Y ésta es una de las aportaciones que nosotros ponemos sobre la mesa, algo que las asociaciones de memoria histórica no han hecho. Hemos cubierto lagunas".
Entre las fuentes documentales a las que ambos investigadores recurrieron para la elaboración de este trabajo están las actas de defunción del Registro Civil y el Censo de Huérfanos y de la Revolución de 1941. "Hemos repasado las fuentes documentales una a una. Las hemos puesto sobre la mesa y las hemos cruzado. Es decir, cada persona ha sido localizada en cada una de las fuentes o no, porque lo mismo no aparecían". Ejemplos: Francisco Abollado Ascó, escribiente, calle Guadalete, 10. Fue asesinado con 32 años el 27 de octubre de 1932. Juan Barro Gil, plaza Becerra, 3. 19 años, soltero, asesinado el 5 de septiembre de 1936. Y como ellos, cerca de 400 más entre jerezanos, como los miembros de la corporación municipal de la época, y vecinos de otras localidades de la provincia. "Ejecutados al alba en la plaza de toros, o en el Teatro Eslava, bajo una aparente legalidad: o ir a una casa, llevarse a la persona en cuestión y darle muerte en la carretera de Trebujena. Aplicar el bando de guerra: aquí te pillo, aquí te mato, o provocar el fallecimiento por desatención médica en la cárcel...", relata Cristóbal, que recurre al libro de José María Castaño, 'Manuel Soto, 'Sordera de Jerez'. La elegancia del duende', en el que el cantaor cuenta en una entrevista cómo fue testigo de estas matanzas.
Otra fuente documental ha sido el cuaderno de José Sánchez. Un carpintero de la ciudad que iba apuntando en su libreta los nombres de las personas asesinadas que iba escuchando en la calle allá por el 38. Apuntó 131 y su hijo lo donó al Archivo Municipal.
José García asegura que ha sido "muy emotivo hacer este trabajo, sobre todo, cuando lees documentos como la carta que abre nuestro artículo, la de José Alvarado, que fue conservada por la sobrina nieta del asesinado, y a quien agradecemos que nos haya permitido reproducir la misiva, así como la foto del protagonista". "Nuestro objetivo no es hacer de este libro un elemento político, aunque lo hay, se trata de dar conocimiento ante el desconocimiento. Creemos que las personas que tienen familiares enterrados en fosas comunes tienen derecho a que esos restos sean sepultados en un lugar digno. Mientras esto no ocurra... ¿se cerrará el capítulo de la memoria histórica o no? Este tipo de crímenes son imprescriptibles. Yo me pregunto por el tipo de personas que organizaron este baño de sangre. Habría que hacerles un estudio aparte", concluye Orellana.
Otros artículos del libro hacen referencia, por ejemplo, a 'La lucha por la memoria democrática' de Francisco Espinosa, en referencia a las personas que promueven la recuperación de la memoria histórica, "que es una batalla perdida desde el punto de vista legal". O el trabajo de Diego Caro Cancela sobre 'La aplicación de la Ley de responsabilidades políticas en Jerez' y el resultado que tuvo en la ciudad. O la labor de Luis Caro Romero sobre 'Trebujena 1936: Golpe de estado y represión'. "Un auténtico trabajo de campo". Y el análisis de la represión a través de la Teodoro Miciano de manos de los autores Fernando Romero Romero y Ángel Blázquez Sánchez.
Todas estas investigaciones forman parte del proyecto andaluz 'Todos los Nombres' (www.todos-losnombres.org), una base de datos general sobre la represión que incluía no sólo asesinados, sino depurados, incautados, vigilados, etcétera.
Un artículo que viene "de lejos porque hace un par de años decidimos enfrascarnos en un estudio riguroso acerca de la memoria histórica. Lo que hemos pretendido con este estudio es meticulosidad, es decir, nombre a nombre y documento a documento", explica Orellana, que asegura que "algunos nombres de personas asesinadas se conocían, pero no se habían publicado los documentos que lo atestiguan. Y ésta es una de las aportaciones que nosotros ponemos sobre la mesa, algo que las asociaciones de memoria histórica no han hecho. Hemos cubierto lagunas".
Entre las fuentes documentales a las que ambos investigadores recurrieron para la elaboración de este trabajo están las actas de defunción del Registro Civil y el Censo de Huérfanos y de la Revolución de 1941. "Hemos repasado las fuentes documentales una a una. Las hemos puesto sobre la mesa y las hemos cruzado. Es decir, cada persona ha sido localizada en cada una de las fuentes o no, porque lo mismo no aparecían". Ejemplos: Francisco Abollado Ascó, escribiente, calle Guadalete, 10. Fue asesinado con 32 años el 27 de octubre de 1932. Juan Barro Gil, plaza Becerra, 3. 19 años, soltero, asesinado el 5 de septiembre de 1936. Y como ellos, cerca de 400 más entre jerezanos, como los miembros de la corporación municipal de la época, y vecinos de otras localidades de la provincia. "Ejecutados al alba en la plaza de toros, o en el Teatro Eslava, bajo una aparente legalidad: o ir a una casa, llevarse a la persona en cuestión y darle muerte en la carretera de Trebujena. Aplicar el bando de guerra: aquí te pillo, aquí te mato, o provocar el fallecimiento por desatención médica en la cárcel...", relata Cristóbal, que recurre al libro de José María Castaño, 'Manuel Soto, 'Sordera de Jerez'. La elegancia del duende', en el que el cantaor cuenta en una entrevista cómo fue testigo de estas matanzas.
Otra fuente documental ha sido el cuaderno de José Sánchez. Un carpintero de la ciudad que iba apuntando en su libreta los nombres de las personas asesinadas que iba escuchando en la calle allá por el 38. Apuntó 131 y su hijo lo donó al Archivo Municipal.
José García asegura que ha sido "muy emotivo hacer este trabajo, sobre todo, cuando lees documentos como la carta que abre nuestro artículo, la de José Alvarado, que fue conservada por la sobrina nieta del asesinado, y a quien agradecemos que nos haya permitido reproducir la misiva, así como la foto del protagonista". "Nuestro objetivo no es hacer de este libro un elemento político, aunque lo hay, se trata de dar conocimiento ante el desconocimiento. Creemos que las personas que tienen familiares enterrados en fosas comunes tienen derecho a que esos restos sean sepultados en un lugar digno. Mientras esto no ocurra... ¿se cerrará el capítulo de la memoria histórica o no? Este tipo de crímenes son imprescriptibles. Yo me pregunto por el tipo de personas que organizaron este baño de sangre. Habría que hacerles un estudio aparte", concluye Orellana.
Otros artículos del libro hacen referencia, por ejemplo, a 'La lucha por la memoria democrática' de Francisco Espinosa, en referencia a las personas que promueven la recuperación de la memoria histórica, "que es una batalla perdida desde el punto de vista legal". O el trabajo de Diego Caro Cancela sobre 'La aplicación de la Ley de responsabilidades políticas en Jerez' y el resultado que tuvo en la ciudad. O la labor de Luis Caro Romero sobre 'Trebujena 1936: Golpe de estado y represión'. "Un auténtico trabajo de campo". Y el análisis de la represión a través de la Teodoro Miciano de manos de los autores Fernando Romero Romero y Ángel Blázquez Sánchez.
Todas estas investigaciones forman parte del proyecto andaluz 'Todos los Nombres' (www.todos-losnombres.org), una base de datos general sobre la represión que incluía no sólo asesinados, sino depurados, incautados, vigilados, etcétera.