(del Facebook del Archivo Mpal. de Jerez)
𝗔𝗩𝗜𝗦𝗣𝗔𝗦 𝗩𝗘𝗚𝗘𝗧𝗔𝗟𝗘𝗦 (𝗝𝗘𝗥𝗘𝗭, 𝟭𝟴𝟱𝟲).-
En la Memoria de la exposición “de productos naturales, industriales y artísticos” celebrada en Jerez en 1856 por la Sociedad Económica de Amigos del País encontramos este curioso texto (acompañamos lámina):
“Nos corresponde ahora tratar de las abispas llamadas vegetales que el Sr. D. Joaquín Jiménez Delgado tuvo la bondad de remitirnos. 𝗘𝘀𝘁𝗲 𝗳𝗲𝗻𝗼́𝗺𝗲𝗻𝗼 𝘁𝗮𝗻 𝗰𝗼𝗺𝘂́𝗻 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗶𝘀𝗹𝗮 𝗱𝗲 𝗖𝘂𝗯𝗮, y del que hace algunos años dio noticia el Sr. D. Miguel Rodríguez Ferrer, es digno de fijar la atención de los naturalistas. Estos insectos, que son bastante parecidos á nuestras abispas, tienen encarnado en el cuerpecito un tallo de sustancia vegetal, que brota en distintas partes como planta parásita. Dícese que muerta la abispa ó introducida en la tierra arraiga la planta y llega á ser un árbol de dos ó mas pies de diámetro en su tronco.
Aunque esto no es nuevo ni único el caso en la naturaleza. 𝗦𝗮𝗯𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗮 𝗭𝗲𝗹𝗮𝗻𝗱𝗮 𝘀𝗲 𝗵𝗮 𝘁𝗿𝗮𝗶́𝗱𝗼 𝗲𝗹 𝗛𝗲𝗽𝗶𝗮𝗹𝘂𝘀 𝘃𝗶𝗿𝗲𝘀𝗰𝗲𝗻𝘀, 𝗾𝘂𝗲 𝗱𝗲𝘀𝗰𝗿𝗶𝗯𝗲 𝗲𝗻 𝘀𝘂 𝘃𝗶𝗮𝗴𝗲 𝗲𝗹 𝗗𝗼𝗰𝘁𝗼𝗿 𝗗𝗶𝗲𝗳𝗳𝗲𝗻𝗯𝗮𝗰𝗵, cuyo ejemplar que presenta circunstancias enteramente semejantes al de que tratamos, se conserva en la Universidad de Bona, como regalo del príncipe Alberto.
Además en la larva de un insecto de la Polilla en China crece, como en el Hepialus, una especie de Sphoeranto, que se recoge y usa como medicamento. La Australia meridional cría también otras orugas, de las que brotan algunos tallos, que forman manojos sobre el animal vivo. Edwards describe otra variedad que se encuentra en la América. 𝗬 𝗽𝗼𝗿 𝘂́𝗹𝘁𝗶𝗺𝗼 𝗲𝗹 𝗴𝘂𝘀𝗮𝗻𝗼 𝗱𝗲 𝘀𝗲𝗱𝗮 𝘀𝘂𝗲𝗹𝗲 𝗽𝗮𝗱𝗲𝗰𝗲𝗿 𝘂𝗻𝗮 𝗲𝗻𝗳𝗲𝗿𝗺𝗲𝗱𝗮𝗱, 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗿𝗮𝘀𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮 𝗹𝗼 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝗶𝗼𝗿 𝗱𝗲 𝘀𝘂 𝗰𝘂𝗲𝗿𝗽𝗼 𝗲𝗻 𝘂𝗻𝗮 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗰𝗶𝗲 𝗱𝗲 𝗵𝗼𝗻𝗴𝗼. Alargamos estas noticias mas de lo conveniente para satisfacer en cuanto podemos á la prensa de Cádiz y Jerez, que al dar cuenta de este fenómeno, deseaba mayores explicaciones que las que el expositor Sr. Delgado acompañaba al objeto”.