(del FaceBook del Archivo Municipal de Jerez)
1.000 CAHICES DE
TRIGO PARA REPARAR LAS BÓVEDAS DE LA IGLESIA DE SANTO DOMINGO (JEREZ, 1553)
En su tesis
doctoral “Maestros y obras de
ascendencia portuguesa en el tardogótico de la baja Andalucía” (2014) (https://idus.us.es/handle/11441/69330), Manuel Romero
Bejarano, citando documentación original obrante en el Archivo Municipal de
Jerez, nos dice respecto a las rentas que los dominicos usaron para la reparación
de su iglesia a mediados del s. XVI:
<<Mientras
tanto, una parte de la iglesia se hundió y los dominicos comenzaron a hacer
acopio de cantería destinada a construir bóvedas, pues está documentada la
compra de 200 carretadas de pendientes, corte de formato prismático utilizado
para hacer las nervaduras (818). Pero la cédula real no llegó hasta agosto de
1553 “teniendo consideraçion a que aviendo caido çierta parte de la yglesia
de dicho mesterio por no tener de que lo rreparar lo rrestante del esta tanbien
para se caer para rremediar lo suso dicho” (819). No obstante, no se
concedió la limosna de los 100 ducados, sino que se autorizó a que los frailes
vendiesen mil cahices de trigo fuera de Andalucía (820). Así pues, no parece
probable que la obra comenzase hasta ese momento, cuando los frailes pudieron
hacer efectivos los productos de las tierras que poseían.
(819) AMJF. Actas
Capitulares. 1553. Fol. 628 y ss. 30 de agosto. La carta fue otorgada por el
príncipe Felipe en Valladolid el 15 de julio de 1553. Se daba autorización para
exportar el trigo desde el puerto de Jerez, ubicado en el Guadalete en El
Portal, Málaga y Mazarrón hacia Portugal “e a otras quales quier partes de
tierra de christianos aliados e confederados de su magestad e no a otra parte
alguna”. Además, se prohibía expresamente vender trigo ni en Jerez, ni en
los otros dos puertos citados, ni a doce leguas de cualquiera de las tres
ciudades. La carta fue presentada en el Ayuntamiento por fray Tomás de
Argumedo, como prior de los dominicos>> (p. 495)
Cáigase en la
cuenta de lo delicado de autorizar una tal exportación de trigo como esa justo
en un momento en que las crisis de subsistencia se repetían con frecuencia en
nuestra zona, por lo que Juan Ignacio Carmona (US) escribe: <<Hambrientos
y pordioseros. “Otros muchos viven muriendo acosados de hambre o de
enfermedad”, escribió Alejo Venegas en 1553. Sobre la pobreza cotidiana
incidían las repetidas crisis de subsistencias que tan frecuentes eran en la
época. Si en tiempos de normalidad la existencia de mucha gente era difícil, la
situación empeoraba notablemente cada vez que aparecían las crisis agrícolas,
que por lo demás solían traer consigo el alza del precio de los granos y la
especulación. En la primera fase los más perjudicados eran los humildes
labriegos, que muy pronto comprobaban cómo su tradicional pobreza se tornaba en
una completa penuria>> (AH, abril 2014, p. 8 y ss.).
Ofrecemos hoy aquí
copia digital de esa carta (inserta en las Actas Capitulares de 1553 obrantes
en el Archivo Municipal), autorizando la exportación, bajo dicha licencia real,
de 1.000 cahices de trigo de Jerez fuera de Andalucía, presentada por el prior fray
Tomás de Argumedo al ayuntamiento de la ciudad, para cubrición de la iglesia de
Santo Domingo. El ayuntamiento accede a franquear el puerto de la ciudad para
que, cumpliéndose con la tramitación justificativa que la autorización real
señala, los dominicos puedan sacar el trigo fuera de Jerez.