En el año 1552 los vecinos de Jerez veían cómo las operaciones comerciales de los dueños de tierras en relación con la compraventa de trigo provocaba que se encareciera el precio de este y, como consecuencia de ello, se produjera escasez y hambre del común. Esto lo comprobamos en la pista que da la Memoranda nº 2, fº 34v.:
…todas las cuales dichas personas de suso contenidas e cada
una de ellas dixeron quellos como vecinos desta ciudad e moradores en ella e
estantes e abitantes por sí e por los otros que porque el príncipe nuestro
señor a dado cédulas y provisiones para que se saquen desta [ciudad] e su
comarca della como se contiene en las cédulas y provisiones que dello dixeron
que se an presentado ante Ille. Ayuntamiento, justicia e regimiento desta
ciudad e si lo tal pasase sería en gran daño e perjuicio suyo e de los otros
vecinos e comarcanos de esta ciudad por la gran falta que ay de pan, e por la
poca cosecha que dél ___ // año a avido e ay e por valer como vale oy la fanega
de pan en esta ciudad a siete reales e si no viniese de fuera a ella no se
hallaría a comprar en esta ciudad e valdría a más e subidos precios y si la
dicha saca o qualquier parte della se sacase desta ciudad o de sus comarcas no
se hallaría la fanega de pan a ducado antes a más subidos precios de que
resultaría el gran daño e perjuicio a esta ciudad e a la república della y en
su comarca, por ende que ustedes los susodichos e cada uno dellos dixeron que
pedían e pidieron por testimonio a mí el escribano en pública forma e manera
que haga fee como ellos e cada uno dellos…
Y vemos aquí a algunos de los actores, todos de los barrios de San Miguel y de Santiago, que con sus firmas sostienen esta reivindicación dirigida al rey, es decir, probablemente, pasando por encima de un concejo controlado por aquellos que eran partidarios de la saca de pan... Un episodio de mediados del s. XVI muy muy simbólico de lo que ha sido siempre la historia de Andalucía y, claro, de nuestro Jerez.