En este blog de historia, encabezado desde hace tiempo, de forma permanente, por la pública petición de que se convierta el grupo escultórico del general Primo de Rivera en la Plaza del Arenal, en una fuente homenaje a la traída de aguas de Tempul (Jerez, 1869), hemos dedicado algunas entradas al general Primo de Rivera, por ejemplo: http://memoriahistoricadejerez.blogspot.com/2017/01/la-cara-oculta-de-los-primo-de-rivera.html
Ahora ha vuelto a activarse una petición pública (que puede firmarse en: http://chng.it/R4QbL2R4kL), dirigida a la alcaldesa de Jerez, que pretende que se quite de la vía pública ese homenaje a un dictador:
En Jerez ya se habían tomado otras iniciativas al respecto, y las organizaciones memorialistas y de izquierdas de la ciudad habían hecho propuestas desde hace años atrás para que Jerez no siga homenajeando a un dictador como lo fue el general golpista Miguel Primo de Rivera y Orbaneja:
Pero el texto argumental de esta nueva petición para que la Plaza del Arenal, y de paso Jerez, quede democratizada, no menciona, lo que me extraña, una cuestión no ya importante, sino determinante: que en el pedestal de la estatua del dictador hay, en altorrelieve, un conjunto de generales golpistas la mayoría de los cuales ayudaron a Franco a imponer su sangriento régimen político. Porque esta es la clave histórica de esta estatua ecuestre militar, la razón de que deba ser suprimida de la vía pública, la causa principal que traza un hilo -grueso- entre la dictadura de Primo de Rivera y la de Franco (un mismo régimen fascista, en realidad). Que esto esté en el centro de la ciudad, en la plaza más importante de Jerez, es INTOLERABLE.
Véase:
Es verdad que la historia no puede cambiarse, pero también lo es que no hay ninguna ley que diga que debemos estar eternamente recordando el lado más oscuro y antidemocrático de nuestra historia.