Hace más de 30 años en Jerez se reivindicaba muy muy tímidamente la supresión de la estatua ecuestre del dictador Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, Marqués de Estella, de la plaza del Arenal o, más bien dicho, se sugería un cambio respecto a la manía de algunos jerezanos de actuar como devotos de prohombres salvíficos con aires caudillescos como este general golpista. La derecha local, por supuesto, respondió con la crudeza acostumbrada a esta ya digo cuidadosa intervención que ahora comentaremos y reproduciremos. Veamos.
Un concejal muy prudente, Fernando Bermúdez, del PSOE de Jerez, de la órbita de las comunidades cristianas, escribió un artículo de lo más prudente titulado "El general de Jerez" -Revista Pliegos de Opinión, nº 2 (Jerez, 1986), pp. 4-9- hacer click: EL GENERAL DE JEREZ.
Por supuesto, el Diario de Jerez y el nieto del general, el que fue alcalde de Jerez Miguel Primo de Rivera y Urquijo, se echaron encima del pobre concejal a la velocidad de ya:
Por supuesto, el Diario de Jerez y el nieto del general, el que fue alcalde de Jerez Miguel Primo de Rivera y Urquijo, se echaron encima del pobre concejal a la velocidad de ya: