Pienso que una de las caras de las bibliotecas está en su cualidad de paraíso. Porque el mundo es mucho más que ruidoso, surrealista, violento, injusto y difícil. Mientras que las bibliotecas son remansos de paz, fuentes de conocimiento, posibilidad de salvación, de redención personal y colectiva. Quizás esta es la idea que subyace a este artículo, publicado por "Fausto" (¿quién sería Fausto?) en el año 1900 en el periódico "El Mensajero":
http://www.bibliotecasdeandalucia.es/documents/1791624/1836205/Prensa+historica/88ff02fd-7a5a-4225-8799-482e1dcd1859