[Damos a conocer este folleto al que puede accederse en: https://www.jerez.es/fileadmin/Documentos/Archivo_Municipal/Folletos/297.pdf)
Dos palabras.
Sentimientos de un profundo cariño
a esta bella ciudad de Jerez, nos ha impulsado a ofrecer al público este
modestísimo folleto, en el que desfilan muchas de las industrias que hay
establecidas, cuyos propietarios han querido, al cedemos sus anuncios, cooperar
a que nuestro pensamiento tenga fácil realidad.
Bien quisiéramos haber hecho una
obra perfecta, como merecen los respetables lectores y el fin para que se ha
editado, pero lamentables desidias de algunos, egoísmos de otros y escasez de medios
informativos para los que suscriben, hacen que presentemos este folleto algo incompleto,
aunque para ediciones sucesivas ofrezcamos servir lo que nuestro pensamiento
primitivo se propusiera.
Tomándolo de diversos datos
escritos sobre la materia, reproducimos la mayor parte de la Historia de Jerez,
y hemos cuidado para ello, recopilar los de ilustres historiadores, que al
escribir sus obras se basaron en los documentos oficiales que se conservan en
nuestro importante Archivo Municipal, a cuyo frente se halla un funcionario tan
entusiasta de su profesión, como nuestro querido amigo D. Adolfo Rodríguez del
Rivero.
El programa de los festejos que con
motivo de la Feria de Ganados organizó el Excmo. Ayuntamiento, también lo
insertamos, aunque casi siempre ocurre que este se amplía, debido a las
iniciativas particulares o de empresas.
En él figura la Exposición de
Ganados, uno de los concursos más renombrados que en España se celebran, y en
el que puede apreciarse la importancia ganadera de esta población, especialmente
en la raza caballar.
Las corridas de toros que con
motivo de la Feria aquí se celebran, son de las de primera categoría, figurando
en los carteles los diestros de más éxitos y las ganaderías más bravas.
Y por último, reproducimos variados fotograbados
con vistas de Jerez y de su Feria, cedidos galantemente por el importante
establecimiento tipo-litográfico "Litografía Jerezana", cuya casa ha impreso
este folleto.
A cuantos nos han ayudado para
llevar a cabo nuestro propósito, que no es otro que propagar la importancia y
belleza de esta ciudad y de su Feria ganadera, quedan muy reconocidos,
Los Editores.
La M. N. y M. L. Ciudad
de JEREZ DE LA FRONTERA
La provincia de Cádiz puede
vanagloriarse con razón, por contar en su término una ciudad de las más
importantes de la Península, y que compite con cualquiera de las capitales, por
su antigüedad, por su nobleza, por su -extensión, por la belleza de sus calles,
plazas y edificios y por la producción de su suelo.
Si dispusiésemos de espacio y condiciones
para ello, consignar quisiéramos aquí, aunque
sucintamente, la historia de este
pueblo; pero en la imposibilidad de hacerlo, no nos privaremos de citar, siquiera
a grandes rasgos, algunos apuntes históricos.
Su vasto término es de 46 1/2
leguas, o sea una extensión de 314.000 aranzadas, que equivalen a 140.462 hectáreas.
Su término linda con el de los
pueblos siguientes: Puerto de Santa María, Puerto Real, Medina Sidonia, Paterna,
Alcalá de los Gazules, Cortes, Ubrique, Algar, Arcos, Lebrija, Trebujena del Campo
y Sanlúcar de Barrameda, dato este rarísimo, tratándose de un solo pueblo, y
muy digno de ser conocido. El territorio, pues, de Jerez, comprende casi el de
una provincia; la menor de España es Guipúzcoa, con la extensión de 52 leguas, y
ésta tiene con la de Jerez la diferencia de 5 1/2 más, solamente.
Su situación a los 36° 41' y
45" latitud y 2º 2 ' 20" de longitud, contados por el meridiano
de Madrid, y por tanto al N. E. de
la capital de la provincia, la hace disfrutar de un clima sanísimo y muy
templado en las estaciones extremas.
La fundación de este pueblo se
contrae a tan lejana época, que no es posible discernir con certeza sobre ello.
Siguiendo al padre Rallón, repútanla muchos como la heredera de Hasta Regia, colonia
griega fundada unos XIV siglos antes de J.C., de que hacen grandes elogios, por
su importancia, Estrabón y Plinio, y cuyas ruinas se conservan hoy soterradas
en nuestro término, a dos leguas de Ja ciudad y sitio de la Mesa de Hasta. Pero
la opinión más probable y fundada, según el parecer de eruditos investigadores
y arqueólogos y anticuarios, es que sea la antigua Ceret, población romana que
existió en la Bética Turdetana, y de la que se han encontrado muchas monedas en
la plaza del Mercado y otros sitios de esta ciudad. Algunos, sin embargo, entre
ellos el ilustrado escritor D. Manuel de Bertemati, se inclinan a juzgarla como
la sucesora de Xera, ciudad cercana al estrecho de Hércules, citada por los
historiadores Theopompo Estéfano de Bizancio, pero sus ruinas se asientan donde
hoy se halla Torre-Cera, predio rústico de este término, como sostienen otros escritores que
tratan de este complejo asunto.
En tiempo de los Godos, llevó dicho
nombre de Ceret o Ceritium: en las crónicas de fines del período gótico,
aparece citada con dichos nombres al hablarse de la memorable batalla llamada del
Guadalete, en que sucumbió el Rey Rodrigo con la dominación goda, el año 711 de
nuestra Era (que otros dicen fue el 714). Hoy se discute mucho este caso,
siendo muy común la opinión entre serios historiadores, de que la batalla se dio
junto a la laguna de la Janda y cerca del río Barbate, término de Vejer de la
Frontera. En sellos antiguos del siglo XVI, que se conservan en el Archivo
Capitular, se lee el nombre de Xiericii, derivado, como se ve, del Ceritium o Xeritium,
de los godos.
Conquistada por los árabes en dicha
fecha, fue de ellos muy estimada, citándose en las crónicas arábigas que
corresponden a nuestro año de 744, como habitada por las tribus palestinas, que
al territorio de Medina destinó el Emir Ebn-Dirar.
Los musulmanes poseyeron a Jerez 553
años; en ese lapso de tiempo imprimieron a la ciudad su carácter propio, la
renovaron, establecieron en ella varias industrias de telares, de ebanistería, de
destilación de alcohol y perfumes, de moliendas y de cultivo de cereales y de
la vid; fomentaron y enriquecieron la ganadería, hicieron cuevas para los
vinos, silos para los granos, fuentes, plazas, mercados, dos soberbias mezquitas
(San Dionisio y la que sirvió para la Colegiata) y cuatro secundarias (donde se
erigieron los templos de San Mateo, San Lucas, San Juan y San Marcos), dos
cementerios, dos alcázares, varias torres y una hermosa muralla de metro y medio
de anchura y ocho metros de elevación.
Entre los gobernadores árabes de
Jerez, se mencionan como personas ilustres a Mohamed,
conocido por Ebn Mocasir, profesor
de Retórica y Derecho en Valencia, su patria, el cual murió en Jerez el año 603
de la hegira; a Abul-Camar, de la alcurnia de los Aben·Gamias; a Abul·Hamri, prefecto
también de Arcos, y a otros alcaides y walíes de notoria fama, tales como
Aben-Ubeit. su postrer reyezuelo.
Fue conquistada por Fernando III el
Santo en 1251, quedando como tributaria suya. Perdida de nuevo, reconquistóla
en 1255 su hijo D. Alonso el Sabio, dejándola también como tributaria, con la guarnición
de 100 caballos al mando del célebre Garci Gómez Carrillo, progenitor de los
Condes de Priego. Pero sublevados los moros en 1261, tuvo lugar en el alcázar
jerezano la memorable defensa de dicho Garci Gómez y de su alférez
Fortún de Torres. Este sucumbió
mutilado horriblemente, más sosteniendo en sus labios los últimos girones de la
bandera que llevaba: aquél, cogido prisionero de los moros, por medio de garfios,
curado fue por ellos, llenos de admiración; y devuelto al rey castellano, fué
luego premiado con insignes honras, entre ellas la de casar con la Infanta D. ª
Urraca, prima de D. Alonso el Sabio, y ser nombrado en 1270 Alcaide de los Fijosdalgos
de Castilla, según consta de la historia de los Marqueses de Trocifal, sus
descendientes. No murió, pues, en 1261, como consignan algunas crónicas locales
y ciertas historias generales, que desconocen dicha genealogía.
Volvió a recuperar la ciudad en 1264
(el 9 de octubre), D. Alonso el Sabio, y entonces dejó en ella 300 hidalgos, al
mando de Alvar Fáñez, que quedó nombrado Frontero y Alcaide del Alcázar, con el
gobierno militar. Para lo civil nombró don Alonso dos alcaides y seis jurados, con
un justicia o alguacil: los jurados correspondían a las seis parroquias, en que
se convirtieron las seis mezquitas mayores, elevando la más principal a la categoría
de Colegiata, con un abad para su régimen y dirección.
El pendón que Jerez guarda en la
Iglesia Colegial y que se ostenta en la fiesta pública del 9 de octubre, fue ganado
por los naturales de esta ciudad y los de Lorca en la batalla del Salado (20 de
octubre de 1340) dada a los africanos, que pretendían invadir de nuevo la
península; el asta propia de esa bandera se conserva en Lorca, por decreto del Rey
D. Alfonso XI.
Concedióle D. Alonso multitud de
privilegios y franquicias, que constan de las historias de la ciudad. En 1268 celebró
Cortes en Jerez, dándole en ellas voto, que luego le quitó Carlos I.
Agradecidos los jerezanos a tantas
mercedes, defendieron siempre heroicamente la ciudad, demostrando eran dignos
del simbólico escudo que el Rey les otorgara, consistente en las olas del mar,
orladas de castillos y leones, para significarles que fueran bravos como
leones, fuertes como castillos y estuvieran en perpetua guerra contra los
infieles, como las ondas del mar la tienen en la playa.
Ocupan tantas páginas los hechos
jerezanos, que es imposible relatarlos en estos ligeros apuntes. Entre los más
notables guerreros de la Reconquista, se citan a Beltrán Riquelme, Mateo de Ávila,
Ferrant de Mendoza, Gonzalo Mateos el de los Buenos Fijuelos, y Fernán Núñez de
Ávila, ganador del pendón de Tempul, que luego puso en su escudo.
En 1285 distinguiéronse por su
heroicidad Domingo Mateos de Amaya y Gonzalo Núñez de Villavicencio, que se
rompieron las venas para escribir a Sancho el Bravo el estrechísimo cerco de
Aben-Jusuf y la horrible y desesperada situación de la ciudad.
En 1291 brilló, como valeroso
guerrero, en los campos de Tarifa, Garci Pérez de Burgos, progenitor de los
Rendones de Jerez, a quien premió Sancho IV con uno de los privilegios más
honrosos de España.
Muy celebrados, también, fueron los
hijos de Jerez en las batalles de Majaceite, donde fue hecho prisionero el Rey
de Algeciras, año de 1314; la de Matanza y Matanzuela, llamada de los Cueros, que
tuvo lugar en 1325, y desde cuya fecha data la hermandad de Jerez y Córdoba; la
de los Llanos de Aina, acaecida en 1339 y que inmortaliza la acción de Diego
Fernández de Herrera, y en otros acontecimientos militares, de que obtuvieron inolvidables
triunfos para el brillo de su nombre y grandes premios de Alfonso Xl, especialmente
en la batalla del Salado (20 octubre de 1340) en que ganó el Pendón morisco
Aparicio Gaitán, caballero de ,Jerez, en unión de Juan Guevara, que lo era de
Lorca.
En 1350 murió de peste en el cerco
de Gibraltar el insigne monarca Alfonso XI predilecto de los jerezanos, y sus
intestinos se enterraron en el Alcázar de Jerez, al pasar su cadáver con dirección
a Sevilla, siendo embalsamado en esta ciudad.
El hecho más notable en tiempos de
D. Pedro I, es el fallecimiento de D.ª Blanca de Borbón, su esposa, envenenada
de su orden por Juan Pérez de Rebolledo, ballestero del Rey, de la guarnición
de Jerez. Dícese por unos, que murió en el castillo de Sidueña; otros afirman
que en el Alcázar de Jerez, y varios aseguran sucumbió en Medina-Sidonia;
habiendo inscripciones alusivas al caso primero y último, contradictorias entre
sí. Las pruebas se inclinan en favor de Jerez, pues de un privilegio de la
Reina Católica en favor de Alonso Pérez de Vargas (Jerez 10 agosto 1483), consta
que donó al mismo el enterramiento de dicha infeliz princesa, existente en el
convento de San Francisco de Jerez, con todas las menciones y facultades que el
convento y frailes dieron a la dicha Reina D.ª Blanca que Dios haya. Dicho privilegio,
inédito hasta ahora poco, lo traen Bartolomé Gutiérrez Mesa Xinete, y existe
original en el archivo de los Sres. Marqueses de Campo Real, descendientes de
los Pérez de Vargas. Es evidente, por tanto, que Dª Blanca murió estando presa
en Jerez, pues no puede suponerse que estándolo en Medina, manden contestar con
los frailes de Jerez las menciones y facultades para su sepelio.
Durante los reinados de D. Pedro y
D. Enrique su hermano, se dieron en términos de Jerez las batallas del Sotillo (1367),
donde luego se fundó el Monasterio de la Cartuja en 1476, y las de Gigonza y
Valhermoso; ésta perpetuada en un título nobiliario, que todavía subsiste.
En 12 de junio de 1379 juróse en
Jerez al Rey D. Juan I; en su reinado, creciendo la importancia de Jerez,
diósele el cognomen de Frontera por Real Cédula, fechada en Sevilla a 22 de abril
de 1380, si bien ya se lo dio D. Alonso el Sabio en cartas por él expedidas.
En 1394 vino a Jerez el primer
Corregidor, llamado D. Martín Fernández de Portocarrero, célebre por sus
crueldades. Este cargo lo creó el monarca D Enrique III, hijo de D. Juan I.
Es también hecho notable en los
jericienses anales, la batalla de Redira, dada junto a la mesa de Benalú en
1389, por el gran botín y número de cautivos que lograron los jerezanos.
Igualmente son famosos, de los
tiempos de D. Juan II (que empezó a reinar en 1407), las valerosas proezas del
Alcaide de Zahara (1408), el caudillo jerezano Alonso Fernández de Melgarejo y
la hazaña de los cuatro Juanes, llamados Juan García Picazo, Juan Fernández de
Herrera, Juan Fernández Catalán y Juan Sánchez de Cuenca, que en el camino de
Zahara vencieron a 27 moros, junto al arroyo de Comaras; la batalla del Rancho
(1425), en que fueron sinnúmero los cautivos, y la destrucción de la villa de
Patria, cercana a Vejer, la toma de Jimena, asaltada heroicamente por los
jerezanos en 1438, en la que luchó
Págs.
26-38
quista de Melilla y la adquisición
de la Gran Canaria, por los valerosos capitanes jerezanos Pedro de Estupiñán y
Pedro de Vera, muy favorecidos de los Reyes Católicos y del Duque de Medina Sidonia.
En la reconquista del Reino de
Granada brillaron también por su heroísmo las armas jerezanas, acompañando al
Marqués de Cádiz en las tomas de Alhama y de Zahara, Cardela, Garciago y
Montefrío. Jerez, para la toma de la capital de dicho reino y para la fundación
de Santa Fe, facilitó 1200 hombres en esta forma: 200 caballos, 500 lanzas, 270
ballesteros y 100 espingarderos; 60 cavadores, 19 tapiadores, 10 carpinteros, 21
paleros, 10 albañiles y 10 picapedreros.
En premio de este contingente y tantos
otros, suministrados por Jerez, sin negar jamás sus recursos de gentes y dinero
a la Corona, los Reyes escribieron a la ciudad honrosísima carta, llamando a toda
su nobleza, para que, como partícipes del trabajo, fuesen también a gozar los
honores del triunfo: acrecentándole sus términos en la extensión que hoy disfruta,
tanto por este heroico comportamiento, como por su eficaz ayuda para la
conquista de Ronda en 1485 y la de Málaga en 1487.
Tantas glorias y singulares
servicios nada valieron a Jerez en el reinado de los monarcas austríacos. Jerez,
que se distinguió por su lealtad, y concurrió con su gente al cerco de Toledo,
al frente de su valeroso Corregidor D. Pedro
Manrique de Lara, para sofocar la rebelión de los Comuneros de Castilla, vio mermados sus privilegios, perdiendo entre ellos el de tener voto en Cortes, que
sin consideración a sus méritos suprimió D. Carlos I.
En estos tiempos edificose por los
jerezanos el castillo de Matagorda para defensa de la costa de Cádiz (lo
destruyeron los franceses en la guerra de la Independencia); el emperador D. Carlos
I dió gracias a .Jerez por ello, en carta de 1º de noviembre de 1534.
Asistió también Jerez con sus
refuerzos a la gloriosísima batalla de Lepanto, citándose, como héroes dignos
de inmortal memoria, por su valor en ella, los hermanos D. Juan y D. Bartolomé
de Villavicencio, según consta de carta del mismo D. Juan de Austria, jefe de
la expedición, a un hermano de los dichos capitanes, fechada en Mesina a 30 de noviembre
de 1571.
Antes de tener lugar la batalla de
Lepanto, en 1569, vino a Jerez D. Juan de Austria, por lo cual hubo en la
ciudad muchos festejos de toros, manejos, cañas, etc., quedando D. Juan muy
complacido de la nobleza de Jerez.
Distinguióse también nuestra ciudad
en 1596, con motivo del cerco y saqueo de Cádiz por los ingleses al frente de
numerosa armada; Jerez llevó para su defensa cinco compañías de infantería y
300 hombres de caballería. Señaláronse por su valor el Corregidor de Jerez D.
Leonardo de Cos y los caballeros jerezanos D. Diego de Villavicencio y D.
Esteban de Finojosa; éstos murieron en la refriega; aquél se escapó disfrazado.
Sucumbieron también, víctimas de su celo por la Religión y la Patria, los
ilustres jerezanos D. Pedro y D. Juan García de Cuenca, en cuyo honor se hizo
información testifical en 1653, mandada pedir a esta ciudad, como pueblo de su naturaleza, por el Rey D. Felipe IV.
La primera casa de comedias,
edificose en Jerez en 1621, siendo Corregidor don Fernando de Quesada; según
noticias, estuvo en la calle de la Cárcel (hoy José Luis Díez), esquina a la de
Limones: en ésta se conserva un resto del pórtico de dicho edificio.
En 1636, al crearse la Milicia de a
caballo, Jerez organizó también su compañía, nombrando por su capitán a D. Agustín de
Mexía y Villavicencio, que se había hecho famoso por sus proezas en Flandes y en
Italia.
En 1648 solicitó la ciudad del Rey
D. Felipe IV la restitución del voto en Cortes y de otros privilegios, pero
ningún resultado dieron sus gestiones, antes bien, hubo propósito en años
posteriores de quitarle los títulos de Muy Noble y Muy Leal, porque venidos de
tránsito a esta ciudad en 1664, procedentes del Puerto de Santa María 2.400 soldados
alemanes, al mando del Conde de Porcia, hubo una seria colisión entre ellos y los
vecinos,
muriendo 400 soldados tudescos, y con
ellos su jefe, que fue enterrado en San Agustín, cuya iglesia se está
demoliendo actualmente. El Rey mandó un delegado para averiguación de los
hechos y severo castigo de los culpables.
Con motivo de la guerra de Sucesión,
y para ayudar en ella al Rey D. Felipe V, que fue jurado en Jerez en 7 de diciembre
de 1700, la ciudad dio tantos tributos, empréstitos y donativos, que quedó completamente
empobrecida; por ello solicitó de S.M. que le aliviase en el pago de contribuciones,
y el monarca, en vista de los señalados servicios de la ciudad y de lo
justísimo de su petición, así lo concedió, confirmando todos sus privilegios y mercedes
en 1701.
El 3 de octubre de 1759 celebráronse
en Jerez solemnes honras fúnebres por el alma de D. Fernando VI, fallecido en
dicho año el 14 de agosto, llamando la atención dicha función religiosa por su gran
pompa y riqueza, y numerosa asistencia de fieles, lo cual prueba el aprecio y
veneración para con tan excelente monarca.
En 1767 tuvo lugar en esta ciudad
la expulsión de los jesuitas, según lo ordenado por Carlos III. Jerez fue designado
como depósito general para albergar los procedentes de esta provincia y los de
la de Sevilla.
En 1787 tomó posesión del cargo de
Corregidor D. José de Eguiluz, célebre por sus reformas en la policía urbana de
la ciudad; a él se debe la obra de la Alameda Vieja, hoy Fortún de Torres.
En 1796 visitaron a Jerez Carlos IV
y su corte, permaneciendo aquí algunos días en el Alcázar.
José Bonaparte, rey intruso de
España, vino a Jerez, en 10 de febrero de 1810, y se hospedó en la calle Francos,
casa hoy número 30 del señor Marqués de los Álamos. Los franceses entraron en
Jerez el 4 de dicho mes, y se fueron el 26 de agosto de 1812, dejando la ciudad
tan exhausta y saqueada, que admira el número de contribuciones
y suministros que exigieron a la ciudad los ejércitos imperiales.
Fernando VII visitó también esta
ciudad en octubre de 1820.
El año de 1842 se elevó a
Instituto, su Colegio de San Juan Bautista, fundado en 1838 por don Juan Sánchez.
Desde 1857, goza las prerrogativas de Instituto Provincial.
En 1852 se comenzó la línea férrea de
Jerez al Trocadero, una de las primeras de España (la tercera), abriéndose a la
explotación en junio de 1854, con gran regocijo de la población y ciudades comarcanas,
como consta en la Gaceta de Madrid.
En 1860 se expidió en favor de
Jerez un honroso decreto, concediendo a su Ilustrísima Corporación Municipal el
tratamiento de Excelencia. El de Señoría lo gozaba desde tiempos de Felipe III.
En 1862 vino a Jerez D.ª Isabel II.
En 1868 se inauguró la feria de
Caulina, siendo Corregidor el Sr. D. Manuel Vivanco.
También es memorable el año 1869, por
la inauguración de las aguas de Tempul, obra hidráulica, de alto mérito, que
realizó el afamado y probo ingeniero D. Ángel Mayo, muerto prematuramente a
causa de un descarrilamiento, en la provincia de León. Los festejos y regocijos
populares habidos con motivo de esta bendición y acto oficial, constan en un
precioso álbum de artículos y poesías, debidos a escritores jerezanos en su mayor
parte.
El manantial dista nueve leguas de
la ciudad. La longitud del acueducto es de 46.500 metros; la cantidad máxima
que han dado de agua los manantiales en veinticuatro horas, ha sido de 75.000 metros
cúbicos, y la capacidad de los depósitos es de 21.000.
En 23 de Abril de 1873, se puso la
primera piedra del Mercado Central de Abastos que hoy existe, terminando en
Abril de 1885.
El aspecto general de la población
es hermoso; tiene calles anchas. frondosas alamedas y jardines, entre ellos Las
Angustias, Fortún de Torres, Eguilaz, Avenida Reina Victoria, Avenida de América
y el Parque González Hontoria.
Ha sido patria Jerez de muchos
hombres ilustres, tanto en los antiguos como en los modernos tiempos, y que han
descollado en todos los órdenes. Pero en la imposibilidad de dar una larga
lista de ellos, citaremos siquiera a los guerreros Fernant de Mendoza, Fernant
Núñez de Avila, Beltrán Riquelme, Gonzalo Mateos, Gonzalo Núñez de Villavicencio,
Domingo Mateos de Anaya, Diego Fernández de Herrera, Lorenzo Fernández de Villavicencio,
el guerrillero Zaldívar y tantos otros; el insigne patricio D. Rafael de
Rivero, Fray Juan Infante (que dijo la primera misa celebrada en América), el
marino e historiador Salas, el gran actor Vico, D. Juan Pedro Aladro (pretendiente
al trono de Albania), y el Eminentísimo Cardenal Herrero.
Por los datos expuestos vese que
siempre Jerez ha ocupado un lugar muy distinguido en la provincia y en la
nación, por su riqueza e importancia, por el fecundo impulso que constantemente
ha dado a toda empresa útil, patriótica y noble; por el valor y virtud de sus
habitantes, y por la pléyade de ilustres hombres en ella nacidos, que honran
las Armas y las Letras, y las Ciencias profanas y eclesiásticas.
JEREZ
MONUMENTAL
Nos concretaremos a hacer de estas
notas, más bien que un trabajo minucioso y de investigación, un índice que
permita formar idea del Jerez monumental.
CABILDO VIEJO.- Es el único
edificio de la época del Renacimiento que se conserva en toda su integridad.
La fachada es obra de exquisito
gusto y notable solidez y está formada de un solo cuerpo de orden corintio,
datando su construcción del año 1575.
En la actualidad está destinado
dicho edificio a Biblioteca Pública Municipal.
MONASTERIO DE LA CARTUJA.- Sobre la
margen derecha del río Guadalete y a unos cinco kilómetros de la ciudad, se
encuentran las ruinas de dicho Monasterio, fundado en el año 1477 y declarado
Monumento nacional.
La portada es de arquitectura
grecorromana de orden dórico; la imafronte de la iglesia pertenece al orden
corintio, y la sola nave de que se compone, es de estilo gótico decadente.
Contaba el Monasterio con muchas
preciosidades artísticas y con pinturas muy notables de Zurbarán, Lucas Jordán,
Valdés, Cano, Constanci y otros, pero todo ello ha desaparecido, quedando sólo
restos de su indiscutible riqueza.
Se colocó la primera piedra el 17
de diciembre, debiendo su erección al ínclito jerezano Álvar Martínez de Morla y
Obertos de Valeto, Jurado de la ciudad por la collación de San Juan. Falleció
en 12 de marzo de 1482 y fue sepultado en dicho convento, delante del altar
mayor de su iglesia.
La inscripción dice así:
Aquí jacet el
Noble Cavallero
Alvaro Obertos de
Valeto,
vezino que fué
desta ciudad de
Xerez de la Frontera,
fundador y dotador
deste monasterio,
de Cartuxa.
Falleció año de
Mil CCCCLXXXII
R. e I. I. COLEGIAL.- La construcción
de esta iglesia, la mayor por sus vastas proporciones de cuantas existen en
Jerez, empezó en 1695 y terminó después de mediado el siglo XVII.
Situada en terreno desigual, las rampas
y escalinatas que dan acceso a la puerta principal y forman parte del reducto
que la circunda, quitan vista a su fachada que, nada notable por ser una imitación
mal ejecutada del orden corintio, atenúa con su aspecto de grandeza la falta de
bellezas arquitectónicas.
Posee la Colegiata un rico Museo compuesto
de 1.284 monedas de bronce griegas y latinas, 698 de plata, 95 de oro, 90 de
colonias y municipios, varias piedras y otras preciosidades, y pertenece también
a este templo una librería que consta de 2.438 volúmenes, con los que se formó
en 1873 la Biblioteca Pública Municipal y que por disposiciones posteriores
fueron devueltos a la iglesia, donde nadie los utiliza.
SAN MIGUEL.- Esta iglesia pertenece
al último período de la arquitectura ojival, o sea al estilo gótico florido, y
tiene bellezas de construcción de un mérito indiscutible.
Según algunos historiadores, dieron
comienzo las obras en 1430 y terminaron en 1512.
La fachada principal es de orden
plateresco; se compone de un magnífico arco que sirve de entrada y sobre él se
eleva la torre de tres cuerpos, adornados con columnas, follajes y otras
labores. Las dos portadas laterales, así como el interior de la iglesia, pertenecen
al género gótico.
Causa la admiración de propios y de
extraños, el magnífico retablo mayor, compuesto de tres cuerpos del orden
corintio y cuya parte central está hecha toda de mano de Juan Martínez Montañés
y José de Arce. Hay otro de Roldán en una capilla y algunas buenas imágenes.
Últimamente se ha llevado a cabo
una grandiosa mejora, con la construcción del suntuoso y artístico cancel que
proyectado y dirigido por el Arquitecto D José Esteve y López, cierra la puerta
principal, constituyendo un título de gloria para dicho señor, que ha hecho en
este trabajo una preciosidad del arte gótico.
La Real Academia de Bellas Artes de
San Fernando, tiene declarado el edificio del templo de San Miguel, Monumento
nacional.
SANTIAGO.- La fundación y
titulación de este templo, data de la época de la Reconquista de Jerez y su
arquitectura pertenece al estilo ojival del período de transición.
Existe un hermoso baldaquino,
costeado por D. Guillermo Garvey (q.e.p.d.) que a juicio de los inteligentes,
es una filigrana del gótico florido. Fue construido en Roma.
SAN DIONISIO.- Es el único templo
de Jerez que presenta rasgos mudéjares. Tiene tres puertas: la principal estuvo
circuida de un reducto del que nada existe; tres claraboyas dan luz al templo, de
las cuales la del centro es muy antigua, pues las laterales se abrieron después
al cerrarse los ajimeces de la bóveda posterior.
Circuye el templo ancho tejaroz de
buen trabajo mudéjar, medianamente conservado. De las otras puertas, sólo una
conserva su antiguo carácter. La esbelta torre del reloj, es de construcción antiquísima:
tiene cuatro caras con ajimeces angrelados y está coronada de almenas.
SAN MATEO.- Supónese que es esta la
iglesia parroquial más antigua de Jerez, y pertenece al estilo ojival
terciario.
Tiene de notable, la anchura de su
nave gótica que mide 40 metros de largo por 14 de ancho. La bóveda de su tercio
inferior no se siguió a la altura de las dos partes restantes, y esto quita que
descuelle entre cuantas obras del mismo género existen en ésta.
Además de la cornisa de la capilla
mayor, que aun cuando abandonada y cubierta de una espesa capa de cal, revela
bellísimas labores, y de alguna que otra escultura, no tiene este templo más
detalles dignos de mención, que un retablo de Roldán.
SAN MARCOS - Está formado por una
sola nave ojival como San Mateo, aunque de más reducidas proporciones que el
cuerpo general del edificio, cuyo estilo es del Renacimiento.
En esta iglesia está enterrado
Diego Fernández de Herrera, que en 1339 dio muerte a Abul Malik, que tenía cercada la ciudad.
SAN LUCAS.-Las sucesivas reformas
de que ha sido objeto este templo, han hecho desaparecer casi por completo los
rasgos de su construcción primitiva, quedando sólo como restos de su antigua
fábrica, la puerta principal y la del Evangelio, ambas en archivolta y de no
escasa belleza la última.
La iglesia está circundada por un
reducto y su estilo es gótico terciario.
El retablo es de gusto
churrigueresco, venerándose en él la imagen de Nuestra Señora de
Guadalupe que llevaba Alfonso XI en
su oratorio de campaña, quien hizo donación de ella a su vuelta de la batalla
del Salado.
Todavía se conserva en esta iglesia
la tribuna en que asistían las personas reales a los Divinos Oficios.
SAN JUAN.- Se tituló en su
fundación de, San Juan Evangelista, y hoy se llama generalmente San Juan de los
Caballeros.
Existe allí una capilla mudéjar, en
la que, según tradición, se reunieron en 1285 los caballeros de Jerez, para
escribir con sangre un memorial al Rey D. Sancho, pidiéndole auxilio contra los
moros.
La escalera de caracol que conduce
a la torre, es notable por lo rara de su construcción y en la bóveda de la
Sacristía se ven aún las cruces de las órdenes militares que hicieron esculpir
los caballeros de Jerez.
* * *
Existen además detalles dignos de
fijar la atención, en el Convento de monjas del Espíritu
Santo, cuya portada, de notable
belleza, cerrada de bóveda por su parte interior, forma una concha que tiene en
sus estrías figuras de santos en bajo relieve.
La iglesia de la Victoria, tiene
una graciosa portada decorada con dos columnas dóricas. La portada de la casa
del Marqués de Campo Real, en la calle Benavente, ostenta dos columnas de estilo
jónico. Las dos ventanas gemelas que hay en Ja plaza de Ponce de León son muy
dignas de admirar, como así mismo lo es la artística portada de la casa llamada
de Riquelme, situada en la plaza del Mercado, cuya construcción, anterior a la
del Cabildo Viejo, consta de dos cuerpos, teniendo en el segundo dos figuras
que al parecer representan a Hércules en actitud de dar a un león con una maza
que tiene en las manos.
En la antigua calle Algarve, hoy Antonio
Vico, en el núm 1 nació este eminente actor. Existe una lápida conmemorativa,
en la parte de fachada que da a la calle Duque de Almodóvar.
Haciendo esquina a la calle de
Arcos con su portada a la de D. Juan, está la antigua Ermita de los Desamparados.
Dice Mesa Xinete que la fundó D. Nuño Núñez de Villavicencio, quien luego por
escritura ante Blas Dorantes, fecha 10 de septiembre de 1680, hizo donación de
ella a la Hermandad de la Misericordia.
Según informes, está bajo el
Patronato de la noble familia de los Villacreces. En ella se conserva un cuadro
al óleo que, a pesar de su descuido y suciedad, revela ser de buena escuela. Representa
a San Antonio de Padua.
En la plaza Domecq 19, se conserva la
casa de Las Cañas, que su construcción es anterior
al año 1523 Aún conserva su típica
fachada, sus pesadas ventanas de la época y su techo de artesón, que corona a
la misma.
En la casa núm. 7 de la Lancería
nació el ilustrísimo Obispo de Segorbe Fray Domingo Canubio, según conmemora
una lápida puesta sobre el portal de dicha finca, en 1891.
El Convento de Los Descalzos, que
existe al final de la calle Fermín Aranda, lo costeó en
en 1603 el 24º Pedro Fernández de Leyguardia,
natural de Asturias, intendente de unos hornos para bizcochos de la Real
Armada, sitos junto al Guadalete en el camino de la Granja, donde todavía se
conserva una cañada llamada de los Hornos de los bizcochos, y un vado de los Hornos.
Dicho Convento estuvo antes junto a
los hornos, y se trasladó a la ciudad en 1597.
La cruz sobre un pedestal que se
halla en el cementerio delante de la Capilla, estaba instalada en la plaza de
la Yerba, como signo recordatorio de un milagro. Se trasladó al Camposanto en febrero
de 1741, por acuerdo del Excmo. Ayuntamiento. En acta de 17 de junio de 1648,
consta que dicha cruz fue puesta y costeada hacía pocos años, por el jurado
Bartolomé García de Trujillo.
Exposición de
Ganados.
Fama universal ha adquirido este
grandioso certamen que anualmente se celebra en nuestra Feria de Abril.
A él concurren ejemplares
magníficos de nuestra tierrn y de otras provincias de Andalucía. Contribuye a
ello el ser nuestra Exposición de carácter regional y gozar de gran respeto los
fallos que el Jurado ha otorgado en todas las ya celebradas.
La organización de la misma se debe
a la Junta Provincial de Ganaderos de Cádiz y con la cooperación del Excmo.
Ayuntamiento.
Tan hermoso Concurso se celebrará
este año los días 24, 25 y 26 de Abril, y no en las fechas de otros anteriores,
por haberse adelantado la Feria, en un día.
Del programa y reglamento que se ha
publicado, copiamos los siguientes interesantes párrafos:
La Junta provincial de Ganaderos de
Cádiz, en nombre y representación de la Asociación General de Ganaderos del
Reino, deseosa de contribuir por cuantos medios estén a su alcance al mayor
desarrollo y fomento de la riqueza agrícola y pecuaria, de tan excepcional
importancia en esta región, y entendiendo cumplir con ello uno de sus deberes,
ha acordado celebrar una Exposición de Ganados, con carácter de Regional
Andaluza, en esta ciudad de Jerez de la Frontera, en los días 24, 25 y 26 del
actual la que tendrá lugar en los terrenos y amplias edificaciones construidas
al objeto en el Parque González Hontoria, donde se han celebrado las anteriores
Exposiciones.
Acogida con entusiasmo esta
iniciativa por el Excmo. Ayuntamiento de esta ciudad, generosamente se ha
prestado a coadyuvar a la mayor brillantez del Certamen, cediendo los
mencionados terrenos e instalaciones y su muy valiosa cooperación y concurso;
dando con ello una vez más expresiva muestra del gran interés con que mira
cuanto tiende al incremento y mejora de los intereses generales de esta
población.
Como de costumbre, se conceden
valiosísimos premios, figurando entre ellos uno de S. M. el Rey, para el mejor
caballo semental de raza española, de tipo oriental y perfil recto, de 4 a 12
años de edad, y otro de S. A. R. la Infanta Dª Isabel de Borbón, para el mejor
caballo semental hispano-árabe, hispano-inglés o hispano-anglo-árabe, de 4 a 12
años de edad.
Hay 15 premios, de objetos de Arte,
30 de cantidades y 41 Diplomas de Honor.
La Comisión Organizadora de esta
Exposición, designada por el Excmo. Ayuntamiento, la componen los siguientes
señores: Comandante militar de la plaza, D. Zacarías González Chamber;
Presidente de la Cámara Agrícola, D. Bartolomé Bohórquez; Presidente de la
Comisión de Fiestae, D. Luis de la Calle Corrales; Presidente de la Comisión de
Policía Rural, D. Federico Rivas; D. Manuel García Pérez, marqueses de Negrón y
Tamarón, Ingeniero Inspector Jefe del servicio agronómico de la provincia y D.
Francisco Timermans.
PROGRAMA OFIGIAL
DE FERIA
En los días 24, 25 y 26 del actual
se celebrará en su recinto del Parque González Hontoria, una magnífica EXPOSICIÓN
DE GANADOS consignándose valiosos premios concedidos por la Familia Real,
Asociación General de Ganaderos del Reino y diferentes Sociedades y
personalidades.
Día 27 de abril Velada en las
calles Duque de Almodóvar, Lanrería y plaza Alfonso XII. Vistosa función de
fuegos artificiales.
Día 28 de abril, primero de Feria, GRAN
CORRIDA DE TOROS del afamado ganadero
jerezano
ILMO. SR. D. JOSÉ DOMECQ y NUÑEZ DE VILLAVICENCIO, lidiados por
JUAN BELMONTE, CHICUELO Y GRANERO.
Los días 29 de Abril y l.º de mayo,
tendrán lugar dos magníficas corridas de novillos-toros.
El día 30 de abril, tercero de
Feria, se celebrará en el Parque González Hontoria, una animadísima Batalla
de flores para la cual hay donados valiosos premios de diferentes Sociedades
y personalidades.
Distintas fiestas populares en el
Parque durante las noches de Feria. Conciertos musicales.
Vistas de fuegos artificiales y
otros festejos. Iluminación extraordinaria en las calles Duque de Almodóvar,
Lancería, Plaza Alfonso XII y en el Real de la Feria Concierto por la Capilla
Sixtina. Exposición de Arte Antiguo, patrocinada por el Ateneo Jerezano. Circo
Ecuestre, Cinematógrafos y otros espectáculos. En el Teatro Eslava actuará la
compañía
dramática de
Margarita Xirgú.