El contexto de la historia que vamos a traer a la memoria aquí en esta entrada, a saber, un levantamiento comunero por parte del pueblo llano en la ciudad de Jerez a fines de julio y primeros de agosto de 1462, lo expone sucintamente el archivero municipal de fines del XIX Agustín Muñoz y Gómez en una nota de su obra Noticia histórica de las calles y plazas de Xerez... (1903):
imagen de la izquierda: evocación de la gran revuelta campesina en Francia a mediados del siglo XIV, la Jacquerie, donde el pueblo atacó a los caballeros...
Es decir, el contexto del levantamiento urbano de Gómez -no sabemos con qué participación de los trabajadores del campo- que tuvo lugar en aquel violento verano de 1462 fue básicamente el de las luchas banderizas, capitaneadas por los grandes nobles que en aquel momento señoreaban el sur de Castilla, por hacerse con territorios en esta zona de conquista que era la baja Andalucía. Pero opino que ese importante contexto (la guerra de Castilla con Granada, los bandos nobiliarios, las luchas urbanas por el poder concejil, etc.) no puede terminar ocultando el fenómeno mismo de un conjunto de 400 personas que se atrevieron no solo a coger pan de las casas de los ricos sino también a erigirse ellos mismos en una comunidad, con su cuartel general en la Plaza del Arenal.
Realmente, sabemos poco de este asunto, pero al leer los relatos de los historiadores concluimos fácilmente que una parte muy destacada del pueblo no quería participar en las directrices militares del rey y los nobles, pues preferían garantizar el mantenimiento de las personas a base de un sistema más justo de distribución de los suministros vitales (pan y trigo con los que los ricos de la ciudad negociarían al alza de los precios para destinarlos, por ejemplo, a mantenimientos para la toma de Gibraltar, etc.)
Este levantamiento de Gómez no ha sido estudiado, aunque sí mencionado, por los historiadores. Pongámoslo nosotros en valor, mínimamente, recopilando lo que sobre él sabemos hasta ahora.
La
historiografía local de Jerez conoce, efectivamente, el levantamiento comunero de Gómez en el
verano de 1462. El padre Rallón, en su historia de Jerez, se refiere al caso en
su capítulo XIII (p. 301) dedicado a la toma de Gibraltar, diciendo que:
Y lo mismo hallamos en Joseph Ángelo Dávila (Historia de Xerez, año: 1754)
Capítulo 22: De cierto levantamiento que hizo en Xerez cierto hombre con título de comunidad el año 1462 que fue año de mucha hambre, y la sublevación que esta noticia causó en los moros para ir sobre Jerez.
Parece que en esta ciudad de Xerez de la Frontera vivía cierto hombre llamado Gómes de [en blanco] que era de mediano estado y chríptiano viejo el año de 1462. y siendo este año muy necessitado y de mucha hambre, pues a mui execivos precios no se hallava trigo ni otra semilla alguna de que poder fazer pan, guardando para si el que cada uno tenia. Este dicho hombre vista la necessidad que avía lebantó mucha gente que pasaban de 400 hombres con titulo de dicha comunidad, y tenia su asiento ordinario en la plaza del Arenal, poniendo sus guardias de noche para las otras calles, no aviendo hecho casso en el principio por cossa risoria iban de día de cassa en cassa pidiendo trigo y pan para la dicha comunidad, y sacándolos de sus dueños, ya de grado. ya de fuerza aunque fuessen de muy principal los cavalleros. y desto dieron e otras diferentes calamidades que en tales tiempos se suelen ofrecer, aviéndose ya puesto los dichos con mas desvergüenza y armas descubiertas y zelando aguardar la entrada de las bocas calles del dicho Arenal. Y visto este alboroto y escándalo se junto a cabildo esta ciudad para darle la mayor forma de sosiego por irse cada día aumentado el numero dellos que para malad siempre es mas fácil el inclinar a los hombres y mas siendo populares y gente común, determinó esta ciudad que saliese la vastante gente armada con el señor corregidor que en la sazón lo era Gonzalo Dávila, el qual salió y todos los cavalleros y otras gentes fueron y con alguna dificultad les ganaron la puerta del Real, y salieron a la plaza del Arenal y fueron contra ellos y como gente sin fundamento ni cabeza luego dieron a huir, y se retraxeron en San Miguel, y alli fueron y prendieron al dicho Gómes de [en blanco] y a los tres días que fue por el mes de agosto lo hicieron quartos poniéndolos por los caminos.
Este tan grande escándalo duro algunos días, y corrió en tierra de moros que en Xerez avía guerras cibiles por lo qual todos los moros de el reyno de Granada se apercibieron para ir a combatir y ganase la dicha ciudad, y que para ello avían passado por Málaga muchos moros de Marruecos y para certificarse vinieron de la ciudad de Ronda dos moros a cavallo fasta el vado de Medina que es donde oy esta la puente y molinos, a saber lo que avía porque estando la ciudad con guerra cibil querían entrar a correr el campo y hazer todo mal y daño, y llevando sabido los dichos moros lo que avía sucedido y la quietud en que se mantenía Xerez se volvieron y no resultó cossa particular, y sin embargo quedaron sus moradores con todo el cuidado que pedían los cassos que podían suceder.
También se halla una noticia muy similar en la "
Memoria de los oficios de regimientos de la ciudad de Jerez de la Frontera y anales de cosas notables sucedidas en dicha ciudad y su comarca" (un libro manuscrito que puede encontrarse en:
https://www.europeana.eu/portal/es/record/9200376/BibliographicResource_3000100291925.html?q=Jerez)
El gran
Bartolomé Gutiérrez, en su
Historia de Xerez de la Frontera, Libro III, pp. 42-43, nos narra también prácticamente lo mismo:
AÑO 1462. LETRA DOMINICAL C.
Este año volvió de Corregidor Gonzalo Dávila con nuevo nombramiento
del Marqués de Villena, en cuyo tpo. Aconteció en esta Ciudad por ser año de
mucha hambre y escasez el que un hombre llamado Gómez, viéndose muy necesitado convocó
á otros que llegó á juntar más de 400 y avander ándose todos unidos hicieron un cuerpo, que llamaron la Santa Comunidad
y tenían su ordinario asiento en la Plaza del Arenal, todos aunados, y haciendo
sus Guardias en todas las bocas calles para estar con seguridad; de aquí salían
en cuadrillas y iban por las casas de los Caballeros y gente rica y otros del
Pueblo, y de grado ó de fuerza, sacaban de comer, y aun hacían otras
desvergüenzas; viendo este atrevimiento y que tenían formado su Real en aquella
Plaza, donde se hacían fuertes, se juntó la ciudad á Cabildo con el dicho Juez,
y juntándose muchos Caballeros, arbitraron que todos ellos y otra mucha gente
armada saliesen á remediar este daño: fueron en forma de batalla, y ganándoles
la Plaza, y como era gente sin concierto ni cabeza aquella plebe levantada,
dieron á huir y se retrayeron en San Miguel y prendieron al dicho Gómez, y á
otros, pero el dia 3 de Agosto lo hicieron quartos y los pusieron por los
caminos castigándolos de esta suerte por cabeza de Motin.
Este suceso lo supieron los Moros de la Serranía y creyeron ser
civiles guerras entre los ciudadanos, y con este motivo juntaron gente para
venir sobre Xerez, queriendo aprovecharse de esta ocasión, y desde Málaga y
Ronda se dejaron venir no pocos moros, que osados llegaron hasta el vado de Medina,
que es donde está hoy el Puente, pero sabiendo con mejor informe el suceso, se
retiraron temerosos de que saliesen en su seguimiento y los ciudadanos se
previnieron para su mejor seguridad.
Pero el historiador que más da en el clavo de esta cuestión (me refiero a la sucesión interminable de levantamientos jornaleros en Jerez a lo largo de la historia) fue Diego Ignacio Parada y Barreto, quien escribió en 1878 su reconocida obra Hombres ilustres de Jerez, y quien nos dice (pp. XLIX-L) el segundo apellido de Gómez, a saber, Pau. Añade también Parada y Barreto, en la nota 1, un comentario jugoso sobre cómo atajar el comunismo que se avecinaba en Jerez cuando él escribió este su compendio histórico-biográfico, a muy pocos años vista de los sucesos de la Mano Negra de 1882. Nos preguntamos, dado que Parada no cita la fuente de donde ha tomado el segundo apellido del personaje, si no será Gómez Pan en vez de Gómez Pau. En fin, Parada dice:
"Las perturbaciones tan continuas de este reinado dieron lugar en Jerez a multitud de sucesos tumultuosos no solo entre los caballeros sino hasta en la gente llana. En 1462, un hombre llamado Gómez Pau, levantó en comunidad al pueblo, so pretesto de la carestía que reinaba á la sazón, y tomando posición en los arrabales, comenzaron á hacer exigencias al vecindario, pretendiendo vivir con lo de los demás: fue necesario entonces recurrir a la fuerza y hubo una contienda de armas en que quedaron vencidos los revoltosos, siendo Gómez Pau, que proclamaba una especie de comunismo, cogido preso y ajusticiado públicamente (1).
Otros diversos tumultos ocurrieron también por esta época, no ya motivados por la .plebe, sino por los mismos nobles y caballeros, siendo tal el desorden que agitaba á la ciudad, que cada día había un pretesto para hacer jugar las armas por las calles. Se tuvieron que prohibir muchas veces los juegos de cañas, porque solían empezar con estas y acabar con las espadas, y en 1463 tuvo que intervenir el duque de: Medina Sidonia, viniendo á poner paz en la ciudad, y verificando un pacto solemne que juraron ..-todos los caballeros en la iglesia de San Marcos, y en la capilla que desde entonces fue llamada de la paz.
(1) Levantamientos análogos se han verificado muchas veces en Jerez con motivo de las carestías y de las crisis de trabajo. La gran masa de braceros que por necesidad requiere la población, tendrán que dar lugar muchas veces á estos conflictos que solo podrán evitarse ó atenuarse en sus consecuencias, con medidas de prevención, estudiadas con anterioridad. Promoviendo todo aquello que tienda á favorecer la sencillez y moralidad de las costumbres, el ahorro y economía en las familias y la educación popular bien dirigida; dando aliciente al sentimiento artístico y si espíritu industrial, y favoreciendo las instituciones de previsión, como cajas de ahorro y sociedades mutuas de seguros, que lleguen á interesar al jornalero, es como podrá evitarse que los conflictos y crisis que llegan á afectar y conmover las masas, puedan tomar come ya ha llegado a temerse en Jerez, un carácter político-social de trascendencia".
Por supuesto, el gran historiador
Hipólito Sancho de Sopranis da cuenta de esta aventura de Gómez Pau en el tomo I de su historia de Jerez (p. 216), aunque despacha el asunto con un tanto despectivo comentario que resaltamos en amarillo al fnal del párrafo: